Con motivo de la Independencia Nacional, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) emitió un mensaje en el que reiteró su rechazo a la legalización del aborto y remarcó que la sociedad actual no considera ya a las personas "como un valor primario que hay que respetar y amparar".

Cada año, en febrero los obispos del país emiten un mensaje en el que reflexionan sobre temas de interés nacional "a la luz de la fe" y de la doctrina social de la Iglesia.

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Este 2021 el mensaje lleva por título "Y al mundo mostremos que somos hermanos", en el que indicaron que la fraternidad, "igual que otros valores, se aprende en casa" y se muestra en el cuidado de la vida, por lo que "la oposición a la legalización del aborto es un grito de alerta junto a otros en contra de una sociedad que se organiza predominantemente sobre valores utilitaristas".

"El Papa Francisco viene denominando, desde hace varios años, 'sociedad del descarte' al modo imperante de organizar el mundo actual globalizado", agregaron.

En relación a las palabras del Santo Padre, los prelados indicaron que la sociedad actual no considera ya a las personas "como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas", no nacidos o ancianos.

"Nos hemos hecho insensibles a cualquier forma de despilfarro, comenzando por el de los alimentos, que es uno de los más vergonzosos", indicaron.

En ese sentido, señalaron que urge "cultivar un sentido de nación que no se contradiga con un sentir universal" y evitar así "un sentimiento nacional exacerbado, que acabe por excluir al extranjero o al diferente, mucho menos en nombre de la fe cristiana".

"Una convivencia socialmente sana, impregnada por la fraternidad, se manifiesta en el modo justo y solidario en que se trata a las personas migrantes", agregaron.

Los obispos señalaron que la migración es un signo de los tiempos actuales y remarcaron que el Papa Francisco reconoce lo delicado de la situación, pero invita a "practicar la virtud de la hospitalidad con el extranjero, tan característica de la Biblia".

Asimismo, reflexionaron sobre la corrupción y resaltaron que este flagelo afecta al "trato igualitario para todo ser humano y atenta directamente contra la integridad de toda la sociedad, pues desvía los fondos necesarios para implementar las políticas sociales".

Los prelados subrayaron "la importancia de la fraternidad universal como sentimiento fundamental para un compromiso político renovado".

Finalmente, recordaron que para llevar adelante el país es necesaria la colaboración de los ciudadanos y señalaron que, en medio del dolor que la pandemia ha causado, "la fe nos invita a cultivar una sana esperanza".

"Como ya expresamos, aun en medio del sufrimiento, debemos saber agradecer tanta solidaridad, entrega, amor fraterno, ayuda privada y pública", concluyeron.

Durante la conferencia de prensa de presentación del mensaje, el Obispo Auxiliar de Santo Domingo y secretario general de la CED, Mons. Faustino Burgos Brisman, animó a los responsables de la pastoral familiar "a realizar un simposio abierto con el objetivo de plantear las bases de una auténtica política familiar".

 

El Prelado también indicó que es necesario tomar "una posición racional y justa" para la solución de la problemática migratoria y señaló que los migrantes "son quizá la población más vulnerable en todos los rincones del mundo".

Frente a la pandemia, Mons. Burgos animó a cooperar con las autoridades y "a estar en disposición para vacunarse, conforme al protocolo establecido por el Gabinete de Salud".

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