El 16 de febrero, el Obispo de Estelí (Nicaragua), Mons. Juan Abelardo Mata Guevara, celebró una Misa Solemne por la consagración del Santuario de San Roque, nuevo templo dedicado al santo que cuidó y sanó enfermos en la actual Italia durante la epidemia de la peste bubónica del siglo XIV.
El nuevo santuario se ubica en la Diócesis de Estelí y tiene como rector al P. Ricardo Ramírez Jiménez, párroco de la iglesia San Juan Bosco, templo cuya dedicación se realizó a finales de enero de este año. El templo tiene en su interior una cruz gigante del Santo Cristo de Esquipulas y una imagen de la Virgen de Guadalupe.
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Antes de la Misa, grupos de fieles se reunieron desde las 7:00 a.m. con pancartas, banderas y caravanas decoradas en honor al santo para peregrinar hacia el nuevo santuario.
En un video publicado por la parroquia San Juan Bosco, se escucha que durante la romería, los fieles pidieron la intercesión de San Roque "por el fin de la pandemia" y para que "nos ayude a seguir adelante en el cristianismo".
La Misa de consagración del Santuario de San Roque fue celebrada por Mons. Juan Mata a las 10:00 a.m. en respeto de los protocolos de bioseguridad y también, contó con la presencia del rector del santuario y decenas de fieles.
Durante la dedicación y consagración del templo se expusieron las reliquias de San Óscar Arnulfo Romero, Arzobispo de San Salvador asesinado mientras celebraba Misa, en medio de la guerra civil entre la guerrilla de izquierda y el gobierno de extrema derecha de El Salvador.
Al final de la ceremonia, los líderes de la comunidad local de San Roque entregaron un reconocimiento en honor al nuevo santuario.
Según una radio local, el Prelado explicó que "la devoción a San Roque surge en estos lados invocando la sanción ante las pestes que en los siglos pasados han minado la vida de tantas poblaciones en esos territorios".
Además, anunció que "aquí el sueño es hacer un centro de salud donde vengan médicos a atender a la población, un lugar donde se expendan los recuerdos a San Roque".
Por su parte, el P. Ramírez dijo que terminar la obra fue posible gracias a Dios y a la colaboración de la comunidad local. Además, dijo que procurará celebrar Eucaristía cada domingo.
"Hemos podido concluir una obra que veíamos muy difícil, pero gracias a Dios la hemos levantado de una manera sólida y también una iglesia sumamente bella, han sido casi dos años de trabajo continuo, hemos empleado los mejores materiales y aquí está la obra que nos ha dejado encantados a todos", dijo.
