La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) y la organización benéfica Catholic Relief Services (CRS) pidieron el miércoles al Gobierno de Joe Biden que proteja de la deportación a los ciudadanos extranjeros de países devastados por los huracanes de noviembre de 2020.
En una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y al Secretario de Estado, Antony Blinken, se solicitó formalmente al Gobierno que otorgue el Estatus de Protección Temporal (TPS) de 18 meses a los extranjeros de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
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"Las condiciones actuales impiden que los ciudadanos extranjeros regresen de manera segura y la gestión de su regreso solo se sumaría a los desafíos existentes. Esto se agrava con la pandemia de COVID-19 en curso, que ejerce una presión adicional sobre los recursos limitados en el terreno e impone una capa adicional de complicación para el regreso", dice la carta.
La carta fue firmada por Mons. Mario Dorsonville, presidente del Comité de Migración de la USCCB, Mons. David Malloy, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la USCCB, y Sean Callahan, presidente ejecutivo de Catholic Relief Services (CRS),
TPS es una designación especial que permite a ciertas personas permanecer y trabajar legalmente en Estados Unidos si es que regresar a su país de origen implica ponerlas en peligro. Las circunstancias que justifican el TPS incluyen un conflicto armado o un desastre ambiental en el país de origen del migrante.
Los cuatro países centroamericanos mencionados por los obispos fueron gravemente afectados por los huracanes Eta e Iota de noviembre. Según Caritas International, el huracán Eta fue el huracán más poderoso que azotó Centroamérica en 20 años.
Eta e Iota, huracanes de categoría 4, tocaron tierra con tres semanas de diferencia entre sí y solo a 24 kilómetros de distancia, desplazaron a cientos de miles de personas y causaron más de 700 millones de dólares en daños estimados solo en Nicaragua, señalaron los obispos en su carta.
Estados Unidos tiene la "responsabilidad moral" de proporcionar un refugio legal para las personas que provienen de estos países, escribieron los obispos, afirmando que los huracanes "han devastado comunidades en toda América Central".
"Además de brindar asistencia humanitaria para salvar vidas a las poblaciones necesitadas, Estados Unidos tiene la responsabilidad moral de brindar protección humanitaria temporal a los ciudadanos extranjeros de estos países actualmente presentes en los Estados Unidos", continúan.
Los portavoces de los Departamentos de Seguridad Nacional y Estado no han respondido de forma inmediata a las solicitudes de comentarios expresas en la carta.
Durante, el Gobierno de Donald Trump tomó medidas para poner fin a las protecciones de TPS para ciertos países, incluidos El Salvador y Nicaragua.
El 3 de febrero, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, no dijo si la administración de Biden renovaría las protecciones del TPS para esos países, y señaló que el proceso estaba "en revisión". El presidente Biden ya ha propuesto un camino hacia la ciudadanía para los titulares de TPS.
Los obispos apelaron a los "valores" estadounidenses en su solicitud de ayuda.
"Como estadounidenses, sabemos que esta respuesta está respaldada por los valores, las leyes y los ideales que este país aprecia; y como cristianos, estamos llamados de una manera especial a hacer esta súplica. Por lo tanto, nos unimos a las personas de fe en todo Estados Unidos para orar por una pronta recuperación de estas devastadoras tormentas y una respuesta humana a los afectados por ellas", agregaron.
Un funcionario de CRS le dijo en noviembre a ACI Prensa que la atención global a otras crisis, como la pandemia de COVID-19, estaba afectando los esfuerzos de ayuda de la organización en Centroamérica. El funcionario hizo un llamado a los católicos para que "no pasen por alto Centroamérica".