En declaraciones a la agencia Associated Press, el actor Jim Caviezel, quien interpreta a Jesús en “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, recordó los numerosos esfuerzos físicos que tuvo que sufrir en el rodaje y aseguró que aceptó el papel porque quería “la verdad absoluta”.
La agencia explicó cómo Caviezel estuvo suspendido semidesnudo de una cruz en medio de ráfagas heladas durante semanas de filmación, fue alcanzado por un rayo durante la recreación del Sermón de la Montaña; un actor que interpretaba a un torturador romano le hizo una herida de 35 centímetros en la espalda durante una escena de la flagelación; se dislocó un hombro portando la cruz; contrajo neumonía e infección pulmonar, y sobrellevó cortaduras, tajos y dolor de espalda por las cadenas que debió arrastrar.
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El actor reveló que había rechazado interpretar a Jesús en una obra teatral y dos proyectos de televisión, pero según explicó, esta vez aceptó porque compartió el propósito de Gibson. “Las otras veces dije que no estaba interesado. No a menos que se hiciera como se debe”, afirmó Caviezel.
Muchos días –agrega la agencia–, Caviezel se levantaba a las 2 de la mañana y pasaba 10 horas en sesiones de maquillaje para simular las heridas: un ojo hinchado por una golpiza, la corona de espinas y la piel desgarrada de pies a cabeza. Además, fue encadenado a un poste con un tablón atrás para absorber los golpes.
En determinado momento, Gibson instruyó a los dos actores flagelantes que soltaran los latigazos con un movimiento semejante al de lanzar una pelota de béisbol. Caviezel recibió un terrible latigazo en la espalda cuando uno de los dos actores calculó mal. “Serpenteó por sobre el tablón y me golpeó con tal velocidad que no pude respirar”, recordó Caviezel y agregó que “es como que te quiten el aire. El impacto es tan terrible que te quedas sin aire. Me di vuelta y miré al tipo y, les digo, yo podía estar interpretando a Jesús pero me sentía como Satanás en ese momento. Lo miré y atiné a decirle un par de palabras”, momentos después volvió a recibir un latigazo en la misma herida.
El actor recordó también que en un principio, los productores del film le había hablado de hacer una película sobre surfing. Caviezel se presentó para hablar con el coproductor de Gibson, Stephen McEveety, y conversaron un rato sobre ese supuesto proyecto. “Después me di cuenta de que se trataba sólo de una fachada” –afirmó–, “el verdadero propósito era otro. Mel Gibson viene y se sienta y la historia cambia de rumbo para terminar discutiendo lo que realmente sucedió durante la pasión de Cristo”.
Asimismo, el actor defendió a Gibson de las críticas de algunos líderes judíos de que la película podría suscitar antisemitismo y revivir la noción de que los judíos fueron responsables colectivamente de la muerte de Cristo.
“Aquí no hay ningún grupo que aparezca uniformemente como cortado por la misma tijera. Mel insiste en que esta película no culpa a nadie”, dijo Caviezel y añadió que “esa turba frente a Pilatos no condena a toda una raza por la muerte de Cristo del mismo modo que los actos atroces de Mussolini no condenan a todos los italianos ni los hechos horrendos de Stalin condenan a todos los rusos. Todos somos culpables de la muerte de Cristo. Mis pecados, tus pecados, todos nuestros pecados lo clavaron en esa cruz”.
En el estudio, Gibson a menudo consultaba a Maria Morgenstern, una actriz judía rumana que interpreta a María, para asegurarse de que las acciones y modalidades del rodaje fueran consistentes con las tradiciones judías, resaltó Caviezel.