La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dirigió un mensaje a la comunidad educativa del país en el que proponen 3 estrategias para alentar la educación, a 11 meses de iniciada la pandemia del coronavirus.
Los prelados ofrecen estas estrategias en un mensaje titulado "Procurar el bien posible de todos, especialmente de los más vulnerables, es decir, las niñas, niños, adolescentes y jóvenes", que iniciaron las clases el pasado 11 de enero.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El ciclo de estudios al que han vuelto 30 millones de alumnos concluirá el viernes 9 de julio.
La gran mayoría ha vuelto al sistema virtual y cuenta con el apoyo del programa Aprende en Casa III de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En su mensaje, los obispos resaltan que "la educación, es antes que nada un acto de amor, la transmisión libre y generosa de los valores más propiamente humanos, como la verdad, la bondad, la belleza, la unidad y la paz".
Tras resaltar que se unen al pedido del Papa Francisco de alentar un pacto educativo global, los obispos señalan que "es urgente humanizar la educación" y "salir al encuentro" para ir más allá del "estudio abstracto y desencarnado de nociones y fórmulas".
Las tres propuestas de los obispos son las siguientes:
1.- Buscar medidas posibles para salir al encuentro y hacer vigoroso el compromiso del cuidado de niñas, niños, adolescentes y jóvenes
Los obispos explican que "no habrá regreso a la normalidad escolar, en un corto plazo, pero ello no implica que no seamos capaces de promover otros espacios educativos, mucho más flexibles, generosos y por supuesto solidarios. Nuestra infancia requiere atención y acompañamiento".
"Reconocemos el importante papel de los medios de comunicación, pero hoy, es urgente una atención más cercana. Organicémonos como sociedad, con el fin de estrechar y vincular lo que es posible, lo que está cerca, aminorando todo riesgo".
Asimismo animan a organizar "encuentros pequeños, especialmente en las familias, escuelas, en cocheras, parques, atrios, iglesias, empresas, que acompañen y animen actividades educativas (formales y no formales). Impulsemos lo posible".
2.- Busquemos la manera de articular un regreso a la escuela, de manera híbrida
Con esto los obispos piden combinar, "para quien así lo pueda y quiera, momentos de servicio escolar presencial, con alternativas semipresencial y otras totalmente virtuales, que vayan más allá de la TV y la radio. Hay muchas experiencias en el mundo que lo están logrando".
"Para ello, es necesario construir un acuerdo de generosidades. Es urgente acompañar su regreso al aprendizaje y ofrecerles caminos para vivir incluso la propia realidad emergente. Es tiempo de convocar y establecer explícitamente un gran acuerdo entre docentes, familias, directivos, los propios estudiantes y la sociedad en su conjunto".
3.- Estrategias sanitarias y educativas con "caminos compatibles y coordinados"
Los obispos mexicanos explicaron que para alentar este "gran acuerdo" es importante que "las estrategias sanitarias y educativas, deben buscar caminos compatibles y coordinados".
"Acompañar a los centros escolares, supervisarlos, impulsar protocolos sanitarios, realizar pruebas, vacunar al personal escolar, repensar la educación que se requiere hoy, desatar las solidaridades entre instituciones y personas, pero sobre todo, atender a toda la población en su conjunto e integralidad, sin dejar a nadie fuera".
Los obispos alentaron también a los religiosos y laicos comprometidos con la educación en instituciones públicas y privadas a "suscitar esfuerzos conjuntos de atención a la niñez, adolescencia y juventud. Hagamos redes entre instituciones educativas, destacando criterios como la prudente cercanía física, las necesidades reales, y la fraternidad".
"Cuidemos a nuestros maestros, para que ellos puedan cuidar a los niños, en plena comunión con las familias, directivos y la sociedad en general. Demos prioridad a las comunidades más vulnerables", continuaron.
Finalmente, los obispos resaltaron que "solo contemplando al Divino Maestro, podremos dejarnos impregnar de Su decidida entrega en bien de toda la humanidad, sin exclusión, descarte o discriminación alguna".