La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) expresó su beneplácito por las elecciones presidenciales del domingo 7 de febrero, y exhortó a las autoridades electorales a respetar la voluntad popular y a los candidatos a esperar con serenidad los resultados para "aceptarlos con espíritu democrático".
Así lo indicaron los prelados en una declaración luego de la primera vuelta electoral el domingo 7 de febrero en la que participaron 16 candidatos.
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El más votado fue Andrés Arauz de Revolución Ciudadana, partido del expresidente Rafael Correa, con 32.2% de los votos escrutados.
La segunda vuelta será el próximo 11 de abril. El contendor de Arauz sería Yaku Pérez del movimiento Pachakutik, que lleva 19.8% de los votos, o Guillermo Lasso del movimiento CREO, con 19.6%. Esto se decidirá en los próximos días.
Los obispos expresaron su deseo de que todas las fuerzas públicas contribuyan al diálogo e hicieron "un llamado a las autoridades electorales a respetar la voluntad popular".
"Exhortamos a todos los candidatos, a sus simpatizantes, a la ciudadanía en general, a esperar con serenidad los resultados y a aceptarlos con espíritu democrático", continuaron en su declaración.
Los obispos de Ecuador resaltaron también que "es hora de la paz, de la reconciliación y de la fraternidad, de la mano tendida, del respeto y de la escucha con el corazón abierto. Es el momento de la firmeza en las propias convicciones libre de violencia o exclusión. Es el tiempo de la certeza de que un Ecuador con hermanos es un país con futuro".
"¡Que quienes triunfen tengan la valentía de borrar de su lenguaje y de su corazón todo ápice de venganza o de revanchismo! ¡Que quienes pierdan tengan la decencia de reconocer su derrota y de poner al servicio de la Patria sus ideas y su inteligencia!", urgieron.
Los obispos también afirmaron que defenderán "la primacía del ser humano ante toda forma de totalitarismo sea político o económico, levantaremos la voz para denunciar 'el desprecio de los débiles que puede esconderse en formas populistas, que los utilizan demagógicamente para sus fines o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos'".
"Como creyentes dirigimos nuestra mirada al Sagrado Corazón de Jesús a quien nuestra patria fue consagrada hace 146 años", concluyeron.