El Cardenal Francesco Montenegro, Arzobispo de Agrigento, anunció que Rosario Livatino, el juez mártir asesinado por la mafia italiana en 1990, será beatificado el próximo 9 de mayo.
La celebración se realizará en la Catedral de Agrigento, en el aniversario de la visita de San Juan Pablo II al Valle de los Templos el 9 de mayo de 1993, donde el Papa polaco exclamó: "El pueblo siciliano, tan arraigado a la vida, que ama y da la vida, no puede vivir siempre bajo la presión de una civilización contraria, de la muerte. Hace falta la civilización de la vida. En nombre de Cristo crucificado y resucitado, que es camino, verdad, y vida, me dirijo a los responsables: ¡Convertíos, un día vendrá el juicio de Dios!"
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"Tienen que entender que no se puede matar inocentes. Dios dijo una vez, 'No matarás'. ¡El hombre, cualquier organización humana, la mafia, no puede matar ni pisotear este derecho santísimo de Dios!", agregó el Santo Padre.
El pasado 21 de diciembre el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio del juez Livatino.
Rosario Angelo Livatino nació el 3 de octubre de 1952 en Canicatti, en la provincia italiana de Agrigento. Decidió seguir la misma carrera que su padre e ingresó a la facultad de Jurisprudencia de Palermo. Terminó sus estudios de abogacía a los 22 años con las mejores calificaciones.
"Hoy he hecho el juramento. Desde hoy estoy en la magistratura. Que Dios me acompañe y me ayude a respetar el juramento y a comportarme en el modo que exige la educación que mis padres impartieron", escribió en su diario cuando comenzó a trabajar como juez.
El 21 de agosto de 1989 fue nombrado juez de la sección de prevención del Tribunal de Agrigento. En ese puesto tuvo a su cargo varios procesos contra miembros de la mafia condenados a cadena perpetua.
El 21 de septiembre de 1990 fue interceptado por cuatro sujetos mientras conducía su auto. En medio de los disparos, Livatino logró salir del carro y trató de correr. Malherido se acercó al margen de la carretera y uno de los asesinos de la mafia Stidda que ordenó su asesinato, se acercó para rematarlo.
El hombre que acabó con la vida del juez era Gaetano Puzzangaro, quien proporcionó uno de los testimonios para la causa de beatificación del magistrado.
Después de la muerte de Livatino, se encontró una Biblia llena de anotaciones en su escritorio, donde siempre guardaba un crucifijo.
"Bajo la tutela de Dios" es una frase escrita en latín en la libreta. Livatino solía referirse a esta frase en algunos documentos con las iniciales "STD" (Sub Tutela Dei, en latín).