Los diputados de Portugal cedieron el 29 de enero a la tentación y cayeron en el "pecado de aprobar" una "ley de muerte" como es la eutanasia, expresó el párroco de Madalena y São Nicolau en Lisboa (Portugal), P. Mário Rui Leal Pedras.
Durante su homilía del domingo, el P. Leal Pedras se refirió a las tentaciones del demonio y dijo que "es necesario enfrentar permanentemente sin miedo al tentador". Por ello, exhortó a pedir siempre al Señor, como en la oración del Padre Nuestro, que "no nos deje caer en la tentación" y que "nos libre siempre de todo mal".
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Con respecto a la votación del Parlamento portugués, el sacerdote lamentó que "la tentación recayó en la Asamblea de la República, en octubre pasado, cuando de forma autosuficiente no quisieron escuchar e ignoraron la petición de los portugueses de realizar un referéndum sobre la eutanasia".
Además, indicó que "este viernes pasado, despreciando todas las opiniones recibidas de las entidades y peritos consultores, que de forma unánime y clara mostraron su oposición a la legalización de la eutanasia, la mayoría de los diputados, de forma arrogante, aprobaron el mal".
"Cayeron en el pecado de aprobar una ley por la cual se puede acabar con la vida, una ley de muerte, una ley que integra la procesión de una cultura contraria a la vida, la procesión trágica de una cultura de la muerte que continuará creciendo entre nosotros", añadió.
El viernes 29 de enero el Parlamento portugués aprobó la ley de eutanasia por 136 votos a favor, 78 en contra y 4 abstenciones.
Según el diario O Observador, el artículo 2 es una de las principales modificaciones. Ahora, con el nuevo texto, ya no sería punible "anticipar la muerte por decisión de la propia persona" en "una situación de sufrimiento extremo, con lesión definitiva o enfermedad incurable y fatal, cuando lo practican o lo ayudan los profesionales de la salud".
El sacerdote indicó que, en el contexto actual de la pandemia del COVID-19, los parlamentarios "no podrían haber elegido peor momento para esta aprobación".
"Cuando el sistema de salud está en colapso; cuando tantos profesionales luchan por cuidar y salvar la vida de los enfermos, especialmente de los más frágiles y ancianos; cuando aumenta el número de muertes diarias; cuando interminables filas de ambulancias se reúnen a las puertas de los hospitales; cuando se hacen traslados de pacientes a Madeira y, eventualmente, a algún país europeo; cuando los diputados que nos representan se anteponen a los ancianos y enfermos para recibir la vacuna", señaló.
El P. Leal Pedras lamentó que, frente a tantas dificultades que enfrentan los profesionales de la salud por cuidar la vida de los portugueses, "los diputados, en nombre de un vacío moral, de un absoluto relativismo ético, aprobaron una ley que determina que, a partir de ahora, el servicio de salud, destinado a salvar vidas, puede empezar a ejercer la función de matar".
Asimismo, recordó que "la vida humana es el primero de los derechos de todos y siempre es un bien indisponible. No hay personas que tengan más dignidad que otra persona, ni hay vidas que sean más dignas de ser vividas que otras vidas".
"La vida humana es siempre un don que no solo vale la pena cuidar, sino también defender con firmeza", expresó.
Para el sacerdote, esta ley de la eutanasia "está enmarcada por un seductor manto de restricciones que apenas pretende ocultar la puerta que está entreabierta, esa puerta que tenderá a abrirse de par en par a una rampa progresivamente deslizante".
El P. Leal Pedras destacó que "la eutanasia es siempre una falsa solución al drama del sufrimiento y también es una solución indigna para la persona humana".
"La solución al drama del sufrimiento es y será siempre, a toda costa y quizás con enormes sacrificios, defender la vida y testimoniar el amor a los enfermos para ayudar a cada persona a afrontar el dolor y la agonía", dijo.
Por ello, instó a los fieles a pedir "a Dios que ilumine a quienes, en los órganos institucionales, todavía pueden por todos los medios legales evitar que esta ley se promulgue: el Tribunal Constitucional y el Presidente de la República".
Ante la aprobación de la ley de eutanasia, los portugueses crearon una petición en línea pidiendo al presidente Marcelo Rebelo de Sousa que la vetara.
"Señor presidente de la República, venimos a pedirle encarecidamente que ejerza su derecho de veto para dignificar el inestimable valor de la vida", solicitan.
Puede firmar la petición AQUÍ.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI Digital