A los 84 años de edad, falleció el P. Julio Muñiz Vidal, querido sacerdote argentino que destacó por su compromiso pastoral y su gran apoyo en la difusión de la espiritualidad y obra de la Madre Angélica, fundadora del canal católico EWTN.
El P. Muñiz falleció la madrugada del 26 de enero en su casa mientras aún colaboraba pastoralmente en la parroquia Santa María de la Cruz de la Diócesis de San Isidro.
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María Jesús Olivera Beccar Varela, una hija espiritual del sacerdote, lo describió como una persona tímida, sencilla y muy cercana con quienes necesitaron de él. "Siempre tenía la palabra justa", recordó.
También destacó su inteligencia, generosidad con el conocimiento y entusiasmo por la lectura, una de sus actividades preferidas después del rezo fervoroso del Rosario y las actividades pastorales propias de una parroquia.
Al recordar su cercanía con la Madre Angélica destacó que la admiraba por su "adhesión a la Iglesia y su recta doctrina", por su inteligencia y porque era muy "docta".
"Ella es el equivalente a la Madre Teresa de Calcuta pero en otro ámbito, decía el padre en referencia a la santidad de la Madre Angélica".
Cuando la fundadora de EWTN viajó a Argentina y Chile, el P. Muñiz "estaba contentísimo". A través de otro sacerdote amigo, conoció en persona a la Madre Angélica y ella le regaló un rosario, del cual hay distintas anécdotas porque nunca lo dejó de rezar a pesar de que se rompió y perdió en muchas ocasiones, relató Olivera.
El P. Muñiz "se prendía del rosario", "era una de las principales actividades del día". "Una vez explicó que rezaba 15 veces, los 15 misterios".
Olivera dijo que el sacerdote se levantaba muy temprano a rezar el Vía Crucis, celebró Misas todos los días desde su ordenación, salvo un día que se enfermó, y estaba siempre atento a impartir el sacramento de la Confesión.
Un amigo del P. Muñiz, el P. Santiago Dithurbide destacó en un escrito la devoción a la Virgen María y la "sobrenaturalidad" con la que celebraba la Misa. "Se notaba en sus gestos, en su expresión y hasta en su voz, que estaba ante Algo grande".
"Lo mismo podría decirse de los otros sacramentos; la confesión, a la cual siempre estaba dispuesto. Con su consejo prudente, con su animada confianza en la misericordia de Dios, y con su absolución siempre dada sin apuro, con cada palabra pronunciada con claridad, precisión y sosegadamente", agregó el P. Dithurbide.
Ximena Izquierdo, gerente de la Red de Voluntarios y Difusión de EWTN en Hispanoamérica, y conocedora de esta historia, destacó que la Madre Angélica "impactó de tal forma en la vida del P. Julio como en la vida de toda esta gran familia extendida", que aún "sin ser amigos misioneros 'registrados' fueron "grandes promotores de EWTN y de la espiritualidad y visión de Evangelización de la Madre Angélica".
"Creo que para todos los amigos misioneros, no solo en Argentina sino en el continente, siempre es alentador saber de alguien que conoció y estuvo con la Madre Angélica, a quien ven en la pantalla siempre, sobre todo porque se ha convertido para muchos en una guía, en una madre espiritual."
El P. Muñiz fue "una persona que admiró tanto a la Madre que promovió su obra y la hizo conocer a otros sacerdotes y fieles también", sostuvo Izquierdo.
El P. Muñiz nació el 7 de enero de 1936 y fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre de 1967.
Estudió Medicina siendo alumno destacado pero escogió el sacerdocio antes de terminar la carrera.
Se licenció en Teología, fue profesor en el Seminario San Isidro e integró el Consejo de Consultores de la Diócesis.
Fue confesor del primer Obispo de la Diócesis de San Isidro, Mons. Antonio María Aguirre y párroco de la Catedral de la ciudad.
Fue párroco de Santa María de la Cruz lugar en el que desarrolló su labor pastoral hasta sus últimos días de vida.
La Misa de exequias fue presidida al mediodía del 27 de enero por el Obispo de San Isidro, Mons. Guillermo Caride el . Luego fue sepultado en el cementerio de la Casa de Retiros Monseñor Aguirre.