El Arzobispo de Oklahoma City y presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Mons. J Paul S. Coakley, instó a la paz luego de recibir informes sobre posibles actos vandálicos que se llevarían a cabo en las capitales estatales y el Capitolio la próxima semana.

Estos informes, provenientes de un boletín de la oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI), llegan luego de la violencia ocurrida en el Capitolio de los Estados Unidos el pasado 6 de enero, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en la sede del Congreso, violando la seguridad y ocupando partes del edificio por varias horas.

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La advertencia del FBI señala "protestas con armas" en las capitales de los estados y Washington DC, la próxima semana, incluyendo a grupos que azuzarán a los manifestantes a "asaltar" las sedes de las capitales estatales y otras edificios gubernamentales. Asimismo, se prevé "un gran levantamiento" y amenazas contra legisladores y sus familias.

En una declaración emitida el 16 de enero, Mons. Coakley escribió: "Como cristiano, debo decirle a cualquiera que esté considerando más violencia: una voz que no viene de Dios te está extraviando. San Pablo nos dio una prueba confiable de lo que es de Dios y lo que no".

"El fruto del Espíritu es caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad. (Gálatas 5: 22-23)", recordó el prelado.

En ese sentido, Mons. Coakley exhortó a "mirar dentro del corazón" y mirar "las imágenes de los eventos del 6 de enero", protagonizadas por "bombas colocadas en la sede de un partido político, el asesinato de un policía oficial y otros muertos y heridos, símbolos de odio racial, llamadas a ejecutar a políticos, una horca y una soga".

"Si apoyas esto, o estás considerando acciones de este tipo en la próxima semana, pregúntese: ¿lo que pretendo es fruto del Espíritu Santo? ¿Son mis intenciones expresiones de amor por los demás, incluidos aquellos a los que puedo considerar enemigos? ¿Son reflejos de alegría? ¿Llevarán a la paz? ¿Muestran paciencia, amabilidad, gentileza y dominio propio? La violencia del 6 de enero y las muchas voces que la urgieron, entre ellas algunos líderes políticos, fueron todo lo contrario", lamentó el arzobispo.

Finalmente, Mons. Coakley recordó que San Pablo nombró lo que se opone al Espíritu Santo: "...odios, rivalidades, celos, arrebatos de furia, actos de egoísmo, disensiones, facciones..." (Gálatas 5:20).

"¡No escuches a los que siembran odio, ira y divisiones! Te alejan de Dios. Aunque a veces esté enmascarado en el engaño o aparentemente exigido por el miedo, por su bien y el de los demás, no confunda las promesas vacías con el amor y la paz que solo provienen de Dios", concluyó.