La Santa Sede dijo que la discrepancia en los datos de la auditoría de las transacciones financieras realizadas por el Vaticano a Australia entre 2014 y 2020 se debe, "entre otras cosas, a algunas obligaciones contractuales y a la gestión ordinaria de los recursos propios", según se informa en un comunicado difundido este miércoles 13 de enero.
La noticia de la discrepancia apareció publicada hoy en el diario australiano The Australian. Según esa información en la auditoría realizada en dicho período de tiempo por el organismo internacional de supervisión Austrac, en colaboración con la Autoridad de Supervisión e Información Financiera (ASIF) del Vaticano, se confirmaron 362 transferencias del Vaticano a Australia por valor de 9 millones 500 mil dólares australianos.
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Sin embargo, según informó Austrac al Senado, esa cifra se habría subestimado y la real sería de 40.000 transacciones por valor de 2.300 millones de dólares australianos.
En el comunicado difundido este miércoles por la Sala de Prensa del Vaticano se señala que "la Santa Sede toma constancia de los resultados de la auditoría que había solicitado, realizada conjuntamente por ASIF y AUSTRAC, y de la importante discrepancia de la que informaba hoy un periódico australiano, en relación con los datos previamente divulgados sobre las transacciones financieras realizadas por el Vaticano a Australia entre 2014 y 2020: 9,5 millones frente a 2.300 millones de dólares australianos".
"La cifra", continúa el comunicado, "es atribuible, entre otras cosas, a algunas obligaciones contractuales y a la gestión ordinaria de los recursos propios. Con la ocasión, la Santa Sede reitera su respeto por las instituciones del país y expresa su satisfacción por la colaboración entre los entes interesados".
La investigación de la naturaleza de las transferencias de dinero del Vaticano a Australia se produjo en el contexto de las acusaciones contra el Cardenal Angelo Becciu, quien renunció a su cargo como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a sus derechos del cardenalato el 24 de septiembre de 2020 por presunta malversación de dinero de la Secretaría de Estado del Vaticano.
Según las investigaciones, el Cardenal Becciu habría empleado dinero de la Secretaría de Estado, y solicitado un préstamo al Instituto de Obras de Religión (IOR) y a un fondo suizo, para una inversión inmobiliaria en Londres.
También habría desviado dinero vaticano para favorecer los proyectos empresariales de sus hermanos.
En ese contexto, el diario italiano Corriere della Sera publicó que el Cardenal Becciu también había desviado 700 mil euros a Australia para influir en el juicio contra el Cardenal George Pell, exprefecto de la Secretaría de Economía, quien tuvo un enfrentamiento con Becciu al descubrir indicios de la malversación.
Sin embargo, tras la auditoría de Austrac, esa cifra de 700 mil euros parece haberse quedado corta, como informó la auditoría ante el Senado.
En cualquier caso, el Cardenal Becciu negó haber empleado fondos del Vaticano para interferir en el juicio contra el Cardenal Pell.