La Asociación Plataforma de la Familia (PROFAM) pidió a los políticos españoles que incluyan en sus programas electorales el “Voto Familiar” que ponderaría el peso específico de las familias con hijos menores de edad y su aporte adicional a la sociedad.
Sin pretender el cambio de la relación de “una persona / un voto”, la plataforma civil solicitó la introducción de alguna fórmula creativa que considere “un reconocimiento de justicia, ya que a medio plazo serán estos menores y la decisión generosa de sus progenitores, los que sostengan el complejo entramado social”.
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Para ello, PROFAM “se ofrece como interlocutor a través de sus expertos en las áreas familiar, social, económica y legal para trabajar con aquellos responsables políticos que lo deseen en el estudio de fórmulas que reconozcan esta esencial contribución de las familias”.
“Una sociedad cada vez más humana, justa y solidaria debe incluir en su ordenamiento jurídico positivo todas las singularidades sociales que se encaminen claramente al bien común. No se trata de restar ningún derecho a los ya existentes, sino, muy al contrario, dar en justicia un tratamiento legal a estas aportaciones socialmente positivas que unos ciudadanos realizan desinteresadamente, y favorecen a todos”, explica PROFAM.
Asimismo, la organización resalta que “ignorar estas consideraciones es un agravio comparativo a las familias, a todos sus integrantes, en aras de sobredimensionar los derechos de aquellos ciudadanos que muestran actitudes egoístas, hedonistas o antisociales”.
“Con independencia de la labor de personalización y socialización que la familia realiza en el ser humano, también es el gran agente del desarrollo, bienestar y ahorro social. El principio de subsidiariedad que debe garantizar el Estado pasa por reconocer los cometidos enunciados y dotar a la propia institución familiar del marco jurídico correspondiente para su reconocimiento y protección”, añaden.
Finalmente, PROFAM explica que “la ponderación en el voto podría ser el camino para dejar de ser ignorados. Los sistemas democráticos que se basan en valores permanentes tienen que ser capaces de ofrecer acertadas respuestas a situaciones que exijan un tratamiento de justicia. Los principios de Igualdad y Justicia se deben saber conjugar en una correcta armonía”.