Mons. Eugenio Lira Rugarcía, Obispo de Matamoros en el estado mexicano de Tamaulipas, alentó recientemente a los fieles católicos a ser "discípulos misioneros en tiempos de pandemia".
En un mensaje firmado el 6 de enero, en el que la Iglesia celebra la Epifanía y en México se recuerda el Día de la Enfermera y el Enfermero, Mons. Lira Rugarcía dijo que "ante la pandemia que está provocando tanto dolor y necesidad, Jesús nos repite: 'Vayan también ustedes a mi viña'".
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"A nadie -decía San Juan Pablo II- le es lícito permanecer ocioso", señaló.
El Prelado mexicano destacó que "Jesús es realista. Y nos habla con la verdad. Nos advierte que en esta vida enfrentaremos penas y problemas, como ahora lo estamos padeciendo con la pandemia de COVID-19, provocada por el virus SARS-CoV-2".
"Muchos han enfermado: unos convalecen en casa, otros están hospitalizados y hasta intubados. Sus familias están angustiadas, y a veces sin recursos. El personal sanitario está agotado y no se da abasto. Numerosos hogares se han vestido de luto, con el dolor de no haber podido despedirse de sus seres queridos", lamentó.
Sin embargo, recordó, "lo que estamos viviendo ya lo ha vivido la humanidad", y mencionó como ejemplos "la Peste de Justiniano en el siglo VI, la Peste Negra en el siglo XIV".
"Estas enfermedades infecciosas no han respetado sexo, edad ni condición social. La Peste de Justiniano enfermó al emperador, que se recuperó, pero se llevó al Papa Pelagio. La Peste del siglo XVI cobró la vida de los papas Sixto V, Urbano VII y Gregorio XIV. La viruela mató al emperador azteca Cuitláhuac y la epidemia del siglo XVII a Sor Juana Inés de la Cruz".
Además, señaló, "la gripe española cobró la vida de los santos Francisco y Jacinta Martos", videntes de la Virgen de Fátima.
Mons. Lira Rugarcía destacó que "frente a estas terribles enfermedades, ¿cómo han actuado los discípulos misioneros de Cristo? Dejándose iluminar por la fe".
"Así lo han entendido médicos, doctoras, enfermeros, enfermeras, camilleros, laboratoristas, personal de limpieza y mantenimiento, científicos, trabajadores, voluntarios, fuerzas de seguridad, laicos, consagrados, clérigos, mamás, papás, abuelos, y mucha gente que ha sabido actuar con realismo, responsabilidad y solidaridad", señaló.
La Iglesia, continuó, ha continuado su trabajo evangelizador y pastoral a través de las redes sociales. Además, "observando las medidas sanitarias, se ha continuado con las obras sociales y caritativas", dijo.
"Con la luz de la fe vemos más allá, para enfrentar el presente y el futuro de manera confiada, redescubriendo aquellos valores sobre los cuales es posible construir un futuro mejor", expresó.
