Las iglesias y autoridades filipinas limitarán la asistencia a las Misas del "Nazareno Negro", una representación de Cristo que llegó al país asiático desde México y que generalmente reúne a millones de personas en Manila cada año.
La escultura representa a Jesús inclinado bajo el peso de la cruz. Fue llevada a Manila por un sacerdote agustino español en 1607 desde México. Según la tradición, durante el viaje el barco sufrió un incendio, pero la imagen sobrevivió milagrosamente a la tragedia y asumió el color negro. La procesión recuerda el primer traslado de la estatua, que tuvo lugar el 9 de enero de 1767.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En 2020, antes del inicio de la crisis sanitaria, la celebración del "Nazareno Negro" convocó a cuatro millones de católicos, en una de las manifestaciones de fe más grandes del continente asiático.
Este año, debido a la pandemia, la parroquia de Quiapo ha establecido un límite de 400 personas por cada una de las 15 Misas que se llevarán a cabo en la fiesta del 9 de enero, contado con un total de seis mil personas que podrán asistir a las celebraciones.
La parroquia está operando actualmente bajo las restricciones generales de cuarentena de la comunidad, que requieren que los servicios religiosos limiten la capacidad al 30% de su aforo. Los funcionarios de la iglesia intentaron ampliar la capacidad al 50%, pero se les negó.
El sacerdote de la parroquia de Quiapo, P. Douglas Badong, indicó a ABS-CBN que tienen la esperanza que se les permita aumentar el aforo para que más personas puedan ingresar a la iglesia, donde se están tomando las medidas para garantizar el distanciamiento social.
Una de ellas es la instalación de pantallas fuera del templo para que los devotos que no puedan ingresar, por temas de aforo, puedan vivir la Misa desde el exterior.
Además, se ha establecido que la práctica de besar la estatua, también conocida como pahalik, debe ser reemplazada por la veneración y rezo junto a la imagen, que será visible en el balcón de la iglesia.
"En lugar de pahalik, se realizará lo que llamamos rendir tributo. Ponemos la imagen del Nazareno afuera para que la gente pueda hacer una visita 24/7 y agitar sus pañuelos como tributo al Nazareno Negro", señaló el P. Badong.
El sacerdote disuadió a los asistentes de traer réplicas grandes de la estatua, que en años anteriores se sacaban en procesión en camiones, pero indicó que las imágenes más pequeñas sí son permitidas.
El administrador apostólico de la Arquidiócesis de Manila, Mons. Broderick Pabillo, celebrará la primera Misa a las 4:30 a.m. (hora local) y el rector de la parroquia de Quiapo, Mons. Hernando Coronel, presidirá la última misa a las 10:15 p.m.
CNS informó que, según las autoridades locales, no se permitirá la asistencia de menores de 15 años ni mayores de 65, al pertenecer al grupo vulnerable al coronavirus COVID-19.
Los funcionarios de la iglesia están trabajando con las autoridades gubernamentales para ayudar a detener la propagación del virus con el desarrollo de códigos de respuesta rápida para rastrear los posibles brotes de la enfermedad.
El P. Badong animó a los devotos a participar en el evento de forma segura y con compasión por los demás.
"Observemos la disciplina y cuidemonos unos a otros. No deje que la terquedad lo venza en este día", señaló. "Aunque no hay procesión, la celebración continúa. Solo podemos contar con el Nazareno Negro", agregó.
La procesión de 19 horas por las calles de Manila tiene lugar cada año el 9 de enero, donde millones de peregrinos caminan por 7 kilómetros desde la iglesia de San Nicolás de Tolentino, su lugar de origen, a la parroquia de Quiapo.
En octubre, las autoridades civiles y eclesiales de Filipinas acordaron cancelar la celebración del Nazareno Negro en 2021 por la pandemia.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.