El Arzobispo de Nueva York (Estados Unidos), Cardenal Timothy Dolan, rechazó el ataque con pintas a la Catedral de San Patricio el pasado 1 de enero, perpetrado por manifestantes vinculados a Black Lives Matter (BLM-Las vidas negras importan) y calificó el hecho como "feo e ilegal".
Así lo indicó el Purpurado en un artículo publicado el 5 de enero en el New York Post, en el que explicó que si bien se mantuvo callado ante otros ataques similares, decidió que ya era tiempo de pronunciarse.
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"Pueden recordar un ataque similar ocurrido el verano pasado en medio de la triste violencia que afligió a las ciudades estadounidenses. En ese momento lo dejé pasar, pensando que no necesitaba incrementar la ira que se desató en nuestro país", escribió el Arzobispo.
"No esta vez. Una mujer en el Bronx me envió un mail para decir: 'Cardenal Dolan, es hora de que aprendamos de nuestros vecinos judíos y musulmanes. Si atacan una sinagoga o mezquita, ellos condenan rápidamente. El gobierno y el alcalde también. Está bien'".
"Ella también lo está. Este ataque a San Patricio fue feo e ilegal", resaltó el Cardenal.
El 1 de enero sujetos vinculados a BLM hicieron pintas en los exteriores de la Catedral, entre las que estaba la sigla "ACAB" que en español quiere decir "todos los policías son bastardos".
El Cardenal Dolan precisó en su artículo que la Catedral defiende la sacralidad de todas las vidas "ya que todos fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios", y también proclama que "las vidas negras importan de manera dramática", a través de sus ministerios que ayudan a las minorías de hombres, mujeres y niños negros.
"Esto es mucho más que un servicio formal ya que ayudamos a miles de negros a salir de la pobreza a través de las escuelas, les presentamos a las mujeres la posibilidad de dar a luz a sus niños no nacidos en vez de acudir al genocidio del aborto, ayudamos a estas madres luego del parto, alimentamos a los pobres, a la recuperación ante la drogadicción, damos ayuda con la palabra y el cuidado de la salud con las caridades católicas, les damos los sacramentos y ayudamos financieramente a decenas de parroquias con pocos recursos", explicó el Purpurado.
El Cardenal pidió a quienes protestan que ayuden a los ministerios de la Arquidiócesis de Nueva York en vez de atacar la catedral y dijo que se sentía "honrado" por ser asociado a la policía de la ciudad, "que se dedican a servir a los neoyorquinos, con frecuencia arriesgado su propia salud, seguridad e incluso sus vidas".
El Arzobispo de Nueva York comparó a los grafiteros con los "Know-Nothings", los miembros del Partido Nativo Americano de la década de 1850, "que se ufanaban de su odio contra los católicos, judíos, negros, inmigrantes y que públicamente animaban a quemar la 'antigua catedral de San Patricio' en lower Manhattan".
"Los reto, replicó mi predecesor de querida memoria, el Arzobispo John Hughes: mil hombres armados están protegiendo nuestras iglesias. Inténtenlo, los retó (Alerta de spoiler: no se atrevieron)", escribió el Cardenal.
"No voy a seguir el ejemplo del 'retador John', aunque entiendo bien su posición. No. Como el Papa Francisco y las grandes tradiciones religiosas, incluyendo al islam y al judaísmo y a gente como el Dr. Martin Luther King Jr. y Mahatma Gandhi nos enseñan, el camino está en la razón, el amor y el diálogo; no en las armas, las bombas o la pintura en aerosol. Eso nos lo enseñó Jesús y Él enfrentó cosas peores que el grafiti", concluyó.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA