Cientos de personas están firmando una campaña en redes sociales dirigida al Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, para denunciar que en Cáritas Lima está trabajando una "activista proaborto y pro LGBT" (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
La funcionaria a la que se refiere la campaña, lanzada a través de la plataforma CitizenGo, es Elizabeth Guillén Castro, especialista en Programas y Proyectos Sociales de Cáritas Lima (Perú).
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Recientemente, medios de comunicación locales publicaron capturas de pantalla de algunos posts de Guillén en sus redes sociales. En estos se muestra una fotografía de Guillén con un fondo arcoíris y las palabras "inclusión" y "diversidad", mientras que en otro promueve un "Curso de género y feminismos" del año 2019.
A esto se sumó la denuncia del medio de comunicación La Abeja sobre el estado de WhatsApp de Guillén del 29 de diciembre de 2020, en el que aparece el dibujo de una joven alzando un corazón verde, junto a otros elementos del mismo color y acompañados con la frase "libertad de decisión, soberanía de nuestros cuerpos", argumentos utilizados por organizaciones abortistas para impulsar esta práctica.
Estado de WhatsApp de Elizabeth Guillén Castro
El color verde se ha convertido en los últimos tiempos en el emblema del movimiento abortista. El estado de Guillén apareció el mismo día en que comenzó en el Senado argentino el debate para legalizar el aborto y que fue finalmente aprobado en la madrugada del 30 de diciembre.
Luego de hacerse públicas las denuncias, Guillén eliminó su cuenta profesional de LinkedIn, y el contenido de sus cuentas de Instagram y Facebook dejaron de ser públicos.
La campaña en CitizenGO llama al Arzobispo de Lima y a otros líderes de Cáritas Lima a tener en cuenta que Guillén "tiene intereses opuestos a las enseñanzas y a los intereses de la Iglesia Católica", lo que "es inaceptable para un empleado de Cáritas".
El 6 de enero de 2021 ACI Prensa intentó comunicarse con Guillén vía telefónica, pero no tuvo respuesta.
También intentó comunicarse con su amiga y jefa directa, Ysaraimi Gonzales Ustrilla, coordinadora del Área de Programas y Proyectos Sociales de Cáritas Lima. Sin embargo, la funcionaria dijo que no conocía al medio ACI Prensa, que se encontraba trabajando y no podía hablar; inmediatamente colgó el teléfono. Se le envió las preguntas por WhatsApp, pero hasta la publicación de esta nota no han sido respondidas.
Luego ACI Prensa intentó ubicar a la directora general de Cáritas Lima, Cinthya Tello, quien, hasta el cierre de esta edición, no respondió las llamadas telefónicas y tampoco los mensajes enviados por WhatsApp.
Quien sí respondió a las llamadas fue el secretario general de Cáritas Lima, el P. Alberto Ávalos. Aunque dio pocos detalles, dijo que la institución ya tenía conocimiento del caso de Guillén y que iban a tomarse medidas, pero que por "cuestiones internas" no las podía dar a conocer.
También dijo que no se emitirá un pronunciamiento oficial, sino que el caso se manejará "de forma interna".
En declaraciones a ACI Prensa, la directora de la Asociación Origen, Giuliana Caccia, dijo que esta "no es la primera vez que organizaciones vinculadas al Arzobispado de Lima, desde la era de Mons. Carlos Castillo, recluta en sus filas a personas que ideológicamente tienen diferencias con lo que postula la doctrina de la Iglesia".
"Recordemos que hace un tiempo contrataron a una persona en el área de comunicaciones que se declaraba abiertamente a favor del aborto. Luego, realizaron un mini documental animado de Santa Rosa de Lima, que tuvieron que retirar de circulación, en el que le atribuían posturas feministas completamente anacrónicas", criticó Caccia, también magíster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra (España).
Como recordó la líder católica, en septiembre del 2019 se denunció que la entonces jefa de Prensa del Arzobispado de Lima, Cecilia Castillo Martínez, apoyaba abiertamente el aborto y la ideología de género. Castillo había republicado mensajes que apoyaban la "ley del aborto" y la "ley del matrimonio homosexual", calificándolos como "derechos".
Cuando salieron a la luz las capturas de pantalla y se viralizaron, las cuentas de Facebook, Twitter y LinkedIn de Castillo fueron eliminadas, un caso similar al de Elizabeth Guillén Castro.
Para Caccia, "estos hechos causan preocupación en los católicos al menos por dos motivos".
"El primero, porque en este afán de 'modernización' (errado, por cierto) e inclusividad, se alejan de las enseñanzas de Cristo y de la tradición del Magisterio. El Arzobispado debería ser el primero en promover las enseñanzas de la Iglesia, de manera clara y entendible para la gente de hoy. Cuando no lo hacen, se genera confusión en aquellos católicos que buscan la Verdad en la Iglesia y que no han tenido una formación muy profunda en los principios que postula", comentó.
"En segundo lugar, desmotiva a los que están cerca. Por ejemplo, ¿cómo confiar una donación a una organización como Cáritas –que siempre ha hecho mucho bien- pero que hoy demuestra con este tipo de actos que podrían estar promoviendo otros valores? De hecho, es preocupante que la Iglesia hoy, en muchos espacios, no ofrezca una postura clara ante ideologías de este tipo", agregó Caccia.
Finalmente, la directora de la Asociación Origen aseguró que esta situación "pone de manifiesto la importancia que en este tiempo tienen los laicos católicos", ya que en estos "recae la responsabilidad de formarnos y proponer de manera apelante nuestros principios".