En medio de renovadas restricciones a las actividades públicas en distintas partes de México frente a la pandemia de coronavirus COVID-19, el P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la Diócesis de Ciudad Juárez, alentó a los católicos mexicanos a exigir el respeto de la libertad religiosa y recordó que participar en Misa físicamente "es fundamental para los católicos".
En un artículo titulado "¿Sobrevivirá la Iglesia en 2021?", el P. Hayen Cuarón recordó que después del cierre de los templos en los primeros meses de la pandemia en México "por las restricciones de las autoridades sanitarias, el panorama es desolador".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"La conexión entre la Eucaristía y el Pueblo de Dios quedó suspendida y el escenario litúrgico se convirtió en un desierto", dijo.
El sacerdote señaló que "cuando las restricciones se hicieron más laxas con el semáforo amarillo, las iglesias se abrieron, pero no con la esperada afluencia de personas. ¿Fue el miedo a salir de sus casas lo que hizo que los fieles no regresaran a sus parroquias, o fue la comodidad de escuchar la misa por redes sociales? No lo sabemos, pero ahora que estamos en semáforo naranja la Eucaristía sigue oficialmente prohibida por las autoridades sanitarias".
Implementado a inicios de junio por el Gobierno de México, el "semáforo de riesgo epidemiológico" sirve de indicador de la situación de cada estado mexicano frente a la pandemia. El "semáforo" va desde la luz roja, en el que "se permitirán únicamente las actividades económicas esenciales" hasta el verde, que permitirá "todas las actividades, incluidas las escolares". De forma intermedia se encuentran las luces naranja y amarilla.
El P. Hayen Cuarón indicó que "hace nueve meses que el pueblo católico está privado del alimento con que Dios quiso sustentarlo. 'Tomen y coman, esto es mi Cuerpo; tomen y beban, esta es mi Sangre', son palabras de Cristo que hoy caen en saco roto".
"Las misas televisadas o transmitidas por redes sociales son únicamente una ayuda espiritual; nunca será lo mismo ver un banquete televisado que participar en él de manera presencial", precisó.
El sacerdote mexicano subrayó que "la misa, centro y culminación de la vida cristiana, es fundamental para los católicos. Sin ella morimos de hambre. Carentes de la luz de la Palabra y del pan vivo que nos nutre, el alma languidece y muere".
"En la Eucaristía está la Verdad y la Vida. Quedar privados de este alimento es, además, quedar expuestos a las seducciones y ataques del Maligno".
El sacerdote de la Diócesis de Ciudad Juárez indicó que "las restricciones por el Covid-19 a la Eucaristía son desmoralizadoras para nuestro pueblo, un flagrante atropello a su derecho a la libertad religiosa".
"¿Serán un triunfo del enemigo de Dios que quiere impedir que el pueblo escuche la Palabra y se arrodille en adoración a Aquel que lo derrotó en la Cruz?", cuestionó.
"El enemigo nos ha hecho cerrar las puertas de los templos para tantas personas que sufren y que están desesperadas por conseguir la paz que sólo Jesucristo les puede dar. Si los sacerdotes y el pueblo seguimos sin presionar al gobierno para que se abran los templos, lo pagaremos caro. El pueblo sentirá que lo abandonamos y muchos también nos abandonarán", advirtió.
El P. Hayen Cuarón indicó que ahora que "llegamos al final del año 2020" es necesario "que los católicos nos pongamos de pie y exijamos el respeto al derecho humano fundamental de la libertad religiosa".
"Es posible que hayamos perdido seres queridos, empleos o pequeñas empresas a causa del Covid-19 este año, pero lo que no podemos permitir (es) que se hundan nuestras iglesias. Si seguimos pasivos ante este ataque, muy probablemente no sobreviviremos en 2021", finalizó.