El Obispo de Petrópolis (Brasil), Mons. Gregório Paixão, expresó su "profunda indignación" por la determinación del gobierno de cerrar los templos de la ciudad por la pandemia de COVID-19, a pesar que la Iglesia tiene los mejores protocolos de prevención.
El 17 de diciembre, la Corte Federal determinó el cierre de templos religiosos y bares en Petrópolis, en respuesta a las solicitudes presentadas por los Ministerios Públicos Federal y Estatal, por el alto índice de contagio por coronavirus en la ciudad y la escasez de camas de cuidados intensivos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Por medio de un video, Mons. Paixão afirmó que esta noticia fue recibida con "sorpresa" por los fieles y resaltó que "para nosotros, los cristianos, esta decisión judicial nos causa una herida profunda, porque se dio exactamente en la semana de Navidad".
El Prelado destacó que "desde el inicio de la pandemia" las iglesias han seguido "todas las recomendaciones del gobierno federal, estatal y municipal", y recordó que se emitió un decreto "ordenando la prudente reapertura de nuestros templos, que deben seguir estrictamente los protocolos indicados por los gobernadores".
Además, resaltó que la Iglesia ha adoptado medidas para prevenir el contagio de coronavirus en todas las parroquias.
"Basta visitar nuestras iglesias para, fácilmente, constatar que hicimos lo que se nos precisó: uso de mascarillas, alcohol en gel, distancia social y medición de temperatura. Por tanto, prohibimos todo tipo de aglomeraciones", indicó.
Mons. Paixão aseguró que los edificios de las iglesias se desinfectan continuamente y agregó que las parroquias siguieron las normas obedientemente en comparación "de lo que podíamos ver en muchos otros locales".
En este contexto, el Prelado señaló que hubo una disminución en la participación de los fieles en las Misas, ya que se recomendó que permanezcan en casa las personas que son parte de los grupos de alto riesgo como los "ancianos, mujeres embarazadas, personas con gripe, y todos los que presentaran síntomas similares a COVID-19".
Asimismo, recordó la labor de la Iglesia Católica durante estos meses de pandemia, que se mantuvo al servicio a la población, especialmente de los más necesitados.
"Nos asociamos con el Ayuntamiento de Petrópolis y dos de nuestras casas de retiro se utilizaron para recibir a personas sin hogar, especialmente a los ancianos, y posiblemente a los infectados con el coronavirus", indicó.
Mons. Paixão señaló que la Iglesia, con el apoyo de los fieles y empresarios, ha distribuido más de "14 mil canastas de alimentos básicos en las seis ciudades diocesanas", brindó asistencia religiosa y psicológica y acompañó a los más de "de 8 mil alumnos de nuestras 29 escuelas parroquiales que son gratuitas y adscritas al Ayuntamiento de Petrópolis".
Asimismo, resaltó que han trabajado "muy duro para combatir el virus", tanto que los protocolos de seguridad de la Diócesis "se han convertido en un referente para otros segmentos de la sociedad" y han sido invitados "a integrar consejos constituidos para enfrentar esta emergencia sanitaria".
El Prelado declaró que "la injusticia, en un lenguaje sencillo y directo, es cuando la gente no tiene derecho a cosechar lo que sembramos" y "la omisión es siempre alimento para la injusticia".
"Y por eso dejo aquí mi palabra de profunda indignación y protesta. Lucharemos, por las vías adecuadas, por nuestros derechos", resaltó.
Mons. Paixão indicó que "la actividad religiosa está reconocida como una actividad esencial por la legislación vigente y se encuadra como garantía constitucional del ciudadano".
"Concluyo con la palabra de Jesús, quien, en Juan 18:23, le dijo al soldado que lo abofeteaba: 'Si hablé mal, muéstrame de qué hablé mal. Pero, si lo hice bien, ¿por qué me pegas?'", señaló.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI Digital.