El Papa Francisco aprobó este 22 de diciembre el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Don Vasco de Quiroga, conocido como "Tata Vasco", que a mediados del siglo XVI fue Obispo de Michoacán (México).
Mons. Vasco de Quiroga nació en Madrigal de las Altas Torres (España) alrededor de 1470, y estudió humanidades y leyes en la Universidad de Valladolid.
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En enero 1530 fue enviado por la reina Isabel de Castilla a México como oidor de la corte, para representar al rey en esos territorios que recibían el nombre de Nueva España.
Su misión también implicaba el cuidado de las poblaciones indígenas y que estas fueran educadas.
En 1535 Vasco de Quiroga tomó los hábitos como franciscano y a pesar de su reciente ingreso en la vida religiosa fray Juan de Zumárraga, entonces Arzobispo de México, avaló su nombramiento como primer Obispo de la Diócesis de Michoacán.
Así, en el año 1538, con 68 años de edad, fue ordenado sacerdote y obispo.
Su gran trabajo social en la región hizo que los indios le tuvieran un gran aprecio y lo llamara Tata Vasco.
En su visita a Morelia, capital del estado mexicano de Michoacán, en 2016, el Papa Francisco usó el báculo y el cáliz del "Tata Vasco" y lo recordó como "el español que se hizo indio".
Ahora que Tata Vasco es venerable, es necesario que, tras un detallado estudio científico y teológico, se compruebe un milagro por su intercesión para que sea proclamado beato. Un segundo milagro ocurrido tras su beatificación y aprobado, tras un nuevo minucioso análisis, culminaría con que el Papa lo proclame santo.