El Papa Francisco recibió este viernes 18 de diciembre a los estudiantes del "Theologisches Studienjahr", una iniciativa educativa vinculada a la Abadía de la Dormición de Jerusalén, que permite cada año a 20 estudiantes de teología de lengua alemana realizar un curso académico en esa ciudad de Tierra Santa.
Durante ese curso académico, los estudiantes podrán centrarse en el estudio de la Biblia y en materias relacionadas con la Iglesia oriental y los estudios judíos e islámicos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Además, se favorece el diálogo ecuménico con cristianos de otras confesiones, y el diálogo interreligioso con judíos y musulmanes.
Este año, debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, el curso no se puede realizar en Jerusalén y se ha trasladado al Pontificio Ateneo San Anselmo en Roma.
El Santo Padre recibió a los alumnos y profesores en el Palacio Apostólico del Vaticano y les recordó que el Theologisches Studienjahr "es una oportunidad para que los estudiantes de teología católicos y protestantes conozcan los sitios bíblicos y se encuentren con las Iglesias orientales, así como con el mundo judío e islámico".
Explicó que, aunque este año el curso no se podrá desarrollar en Jerusalén, "el estudio profundo de la Sagrada Escritura, el ecumenismo y el diálogo interreligioso seguirán siendo siempre un rasgo distintivo de su programa. Estoy convencido de que Roma también les ofrecerá varias posibilidades por lo que respecta a este objetivo".
"Como jóvenes que estudian teología", señaló el Santo Padre, "son testigos para sus compañeros y para los hombres y mujeres de hoy de la importancia de Dios en la vida y de la plenitud que aporta una fe vivida".
El Papa también hizo hincapié en que "será vuestra tarea entrar en diálogo con un mundo en el que parece haber cada vez menos espacio para la religión. Una tarea que compartimos con todos los creyentes de las diferentes religiones, sabiendo que hacer presente a Dios es un bien para nuestras sociedades".
Afirmó que "estamos convencidos de que las religiones ofrecen una valiosa contribución para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad".
Por otro lado, "creemos que cuando, por varios motivos se quiere expulsar a Dios de la sociedad, se acaba por adorar ídolo y seguida el hombre se pierde".
El Papa Francisco finalizó su discurso deseando a los estudiantes que pronto tengan "la oportunidad de conocer de cerca la 'tierra prometida', los lugares santos de la Biblia".