El Papa Francisco transmitió un mensaje con motivo del Día de los Migrantes, que se celebra este viernes 18 de diciembre, en el que pide "esforzarse por construir un mundo donde todos tengan acceso a los bienes de la tierra y a la posibilidad de realizarse como personas y como familias".

"Amar al prójimo como a uno mismo significa esforzarse por construir un mundo donde todos tengan acceso a los bienes de la tierra y a la posibilidad de realizarse como personas y como familias, donde se garanticen los derechos fundamentales y la dignidad de todos", es el mensaje del Pontífice en su perfil de la red social Twitter acompañado por el hashtag #MigrantsDay con el que se está dando difusión a la jornada.

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La Jornada Internacional del Migrante es una iniciativa de la ONU para promover los derechos y la protección de los migrantes.

Según datos de la ONU, en 2019 había 272 millones de personas emigradas, es decir, viviendo en países diferentes a aquellos en los que nacieron. Se trata de 51 millones más que en 2010. Por lo tanto, los migrantes internacionales son un 3,5% de la población mundial, una cifra que aumenta año tras año.

Por otro lado, este mismo viernes, el Papa publicó otro mensaje en Twitter en el que anima a dedicar tiempo a la oración para preparar adecuadamente la Navidad.

"Los animo a dedicar tiempo a la oración, meditando a la luz de la Palabra de Dios, para que el Espíritu Santo que la habita vaya iluminando el camino a seguir y transformando el corazón, en la espera del Nacimiento de Nuestro Señor Jesús".

 

 

A lo largo de este período de Adviento son muchos los mensajes difundidos por el Pontífice para ayudar a preparar la Navidad.

El pasado 14 de diciembre el Santo Padre publicó un mensaje en Twitter en el que explicaba que el Adviento "es el tiempo que se nos da para acoger al Señor que viene a nuestro encuentro".

En la Audiencia General del miércoles 25 de noviembre, invitó a estar durante el Adviento "acompañados por la Madre de Jesús en el camino hacia la Navidad en estos tiempos difíciles para muchos" y a esforzarse por "redescubrir la gran esperanza y alegría que nos da la venida del Hijo de Dios al mundo".

Asimismo, en la homilía del Primer Domingo de Adviento propuso rezar con sencillez para invocar a Jesús con esta oración: "Ven, Señor Jesús, te necesitamos. Acércate a nosotros. Tú eres la luz: despiértanos del sueño de la mediocridad, despiértanos de la oscuridad de la indiferencia. Ven, Señor Jesús, haz que nuestros corazones distraídos estén vigilantes: haznos sentir el deseo de rezar y la necesidad de amar".