La abogada María Inés Franck advirtió sobre las consecuencias jurídicas a las que se enfrenta un médico no objetor de conciencia en el marco del proyecto de legalización del aborto en Argentina.
El 11 de diciembre, tras recibir media sanción en la Cámara de Diputados, el proyecto antivida pasó a ser debatido en las comisiones de Banca de la Mujer, de Justicia y Asuntos Penales y de Salud en la cámara Alta.
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El artículo 10 del proyecto de legalización del aborto, promovido por el gobierno de Alberto Fernández, expresa que el médico objetor deberá "derivar de buena fe a la paciente para que sea atendida por otro u otra profesional en forma temporánea y oportuna, sin dilaciones", y "adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a la práctica".
Asimismo, "el personal de salud no podrá negarse a la realización de la interrupción del embarazo en caso de que la vida o salud de la persona gestante esté en peligro y requiera atención inmediata e impostergable".
María Inés Franck, licenciada en Ciencias políticas y en Relaciones Internacionales, explicó que si el médico no objetor de conciencia decide "no hacer un aborto porque cree que no es la mejor decisión desde un punto de vista sanitario, es a ése a quien se amenaza en la media sanción con cárcel, multas, inhabilitaciones, con la aplicación de la ley 26.485 de violencia contra la mujer".
"Es decir, el médico se convierte en el mero ejecutor de un deseo de la mujer, si es que no quiere ser perseguido o quedarse sin trabajo en el mejor de los casos", agregó.
Si bien el médico objetor "objeta y se hace a un costado" el "no objetor, que tenga cuidado" porque "las disposiciones absolutamente irracionales" del proyecto antivida "dan lugar a una medicina políticamente correcta, pero no necesariamente de calidad".
"Yo preferiría hacerme atender por un médico que me diga que, por un criterio médico, no es conveniente hacer lo que yo le pido, antes que por uno que tiene miedo a las consecuencias de no hacer lo que yo quiero y no se guía por el criterio médico", expresó.
"Porque allí también peligra la salud de la mujer, y su vida misma, como ha ocurrido muchas veces en la Argentina y en el mundo", aseguró Franck.
De otro lado, la abogada expresó que el proyecto "no tiene en miras la protección de la salud de la mujer o la opción de rechazar la consecuencia de una violación o un abuso, por lo menos hasta la semana 14 nada de eso tiene la menor importancia".
"Porque hasta la semana 14 no estamos hablando ni de la salud de la mujer ni de la necesidad de ninguna otra causal o posible conflicto de derechos de igual jerarquía. Hasta la semana 14 se podría tratar de la pura y simple voluntad de abortar".
"Este proyecto agrega a lo que ya tenemos, el aborto libre, que no está permitido en nuestro derecho porque se sabe que un aborto siempre atenta contra la vida de la persona en sus primeras etapas de desarrollo, y porque esa vida está protegida constitucionalmente", afirmó Franck.
"Todos sabemos que, desde el primer momento de la concepción, estamos frente a una vida humana. No es cuestión de ideología, ni de religión, ni de derechos: es una cuestión científica y de realidad. Y lo más desconcertante es que todos lo sabemos".
"Creo que a la hora de votar, la existencia de esa vida debe ponerse en la balanza con todo su peso real" ya que todo "puede acompañarse, compensarse, incluso sanarse, con la cercanía y la solidaridad de la comunidad y del Estado. La pérdida de la vida, no".
"Eso es lo que se nos dijo al comenzar esta cuarentena, cuando todo el país fue paralizado por completo: el cuidado de la vida bien vale la paralización de un país".
Entonces, "que no se pueda decir que el Congreso de la Nación Argentina consagró la discriminación entre vidas humanas que vale la pena dejar nacer y cuidar, y otras que no la valen y que por eso son descartadas".
"La mayoría de los argentinos intuitivamente siempre nos hemos puesto del lado de la vida más vulnerable, más indefensa: sabemos que es una realidad que queremos cuidar".
"Somos conscientes de que hay muchos problemas y desafíos sociales, que golpean particularmente a muchas mujeres. Pero sabemos con certeza que no es cortando por el hilo de la vida del más débil como vamos a resolverlos", concluyó María Inés Franck.
Trámite del proyecto de legalización del aborto
Según lo planificado por el gobierno de Fernández, el proyecto se logró sancionar en la Cámara de Diputados en el plazo de 10 días.
Por 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones, el texto fue presentado el 13 de diciembre al Senado por la Secretaria de Legal y Técnica de la Nación, Vilma Ibarra; el Ministro de Salud, Ginés González García; y Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
Al día siguiente, los legisladores del plenario de las comisiones de Banca de la Mujer, de Justicia y Asuntos Penales y de Salud, escucharon a los primeros expositores.
Las exposiciones continuarán en el Senado mañana jueves 17 para, en la tarde, firmar dictamen y así alcanzar la aprobación del proyecto de muerte el próximo 29 de diciembre, un día después en que la fe católica recuerda la muerte de miles de inocentes en manos de Herodes.
El escenario de votación es estrecho y hace recordar la histórica votación del 9 de agosto donde el Senado rechazó el proyecto de despenalización del aborto por 38 votos contra 31, dos abstenciones y una ausencia.