El Cardenal George Pell, que sirvió como Prefecto de la Secretaría de Economía en el Vaticano y que fue injustamente encarcelado durante poco más de un año en una cárcel de Melbourne (Australia) acusado de abusos que no cometió, aseguró en una entrevista que "hoy con frecuencia se usa la destrucción de la reputación".
Así lo indicó el Cardenal australiano en entrevista concedida a Monica Maggioni para el programa Settestorie (Siete historias) de la televisora italiana Rai Uno, realizada el lunes 14 de diciembre.
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Al ser preguntado sobre si cree que lo que ocurrió con él tiene que ver con sus esfuerzos por poner orden en las finanzas del Vaticano, el Cardenal de 79 años dijo que "es cierto que lo he sospechado. Todos los personajes de mayor peso que hemos trabajado juntos para la reforma financiera, cada uno de nosotros, con muy pocas excepciones, ha sido atacado por los medios en la reputación, de un modo u otro".
"Todos recordamos lo que sucedió con [el banquero Roberto] Calvi [en 1982], que se suicidó en el puente de Londres, con las manos detrás de la espalda, un extraño modo de matarse. Recordamos también lo que sucedió a otro, a [Michele] Sindona, envenenado en la cárcel [en 1986], 'tiempos antiguos'. Hoy con frecuencia se usa la destrucción de la reputación".
Calvi fue presidente del Banco Ambrosiano y por sus estrechas relaciones económicas con la Santa Sede fue conocido como "el banquero de Dios", mientras que Sindona fungió como consejero del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como el "Banco del Vaticano".
El Cardenal relató luego que "un señor que ha trabajado conmigo y ha hecho una gran obra, que se llama Danny Casey, hombre de negocios eficiente y capaz en Sydney, encontró casualmente su auto quemado frente a la casa. Ciertamente se trata de una coincidencia dado que se sabe que los autos se incendian solos (risas), pero en resumen todas las personas más conocedoras sospechan que hay una relación directa entre ambas cosas. En Australia todos aquellos con los que trabajo no tienen dudas de que el nexo es evidente" entre lo que le ocurrió y su esfuerzo por poner orden en las finanzas vaticanas.
"Tenemos evidencia, todavía ninguna prueba", continuó el Purpurado. "Hay ciertos criminales a quienes se les ha oído decir: 'Pell está fuera de juego. Ahora tenemos delante una autopista'". "Otro criminal, desde los primeros días, decía 'tenemos a la Corte Australiana para arreglarlo'. Es cierto que todo esto es humo aún, no se pueden considerar pruebas, pero sigue siendo una posibilidad".
El Cardenal australiano recordó que durante el juicio "hemos probado que el crimen del que se me acusaba era imposible. Habría sucedido en cinco o seis minutos justo luego de la Misa".
Según el demandante, el Arzobispo mostró sus partes íntimas y obligó a dos muchachos a cometer actos sexuales con él, mientras el Cardenal estaba totalmente investido con su atuendo litúrgico, casi inmediatamente después de la Misa en la sacristía de la Catedral de San Patricio en 1996, cuando había muchas personas en el lugar. El demandante también dijo que el Cardenal Pell lo acarició en un corredor en 1997.
El otro demandante murió en 2014 y no pudo testificar en el proceso. En 2001, negó a su madre que hubiera sufrido algún abuso por parte del Cardenal.
El Purpurado dijo además en la entrevista con Rai Uno que "mi familia me dijo que habría sido distinto si la mafia me hubiera perseguido o si lo hubieran hecho otros elementos como los masones. Es algo mucho peor si el que intentó destruirme está dentro de la Iglesia".
"Por esto espero que no haya suficientes pruebas para demostrar que se usó dinero del Vaticano no necesariamente para corromper directamente, sino solo para envenenar la atmósfera pública contra mí. Por el bien de la Iglesia espero que no haya prueba alguna para establecer eso".
El Cardenal afirmó asimismo que "quienes no quieren a la Iglesia buscarán nuevos modos para atacarnos. Lo decía entonces y lo repito. Por esta y otras razones más sencillas tenemos que poner orden en el plano económico. Sirven la transparencia, las metodologías modernas, sobre todo porque la gente no da su dinero a la Iglesia para verlo robado".
El respaldo del Papa Francisco
En la entrevista, el Cardenal Pell relató que su familia siempre estuvo cercana a él y que "eran pocos los católicos practicantes que eran hostiles o que creían que fuera culpable, mientras la gran mayoría de quienes están en la Iglesia no creían esta historia [de supuestos abusos] y yo lo sabía".
Luego de comentar que en la enseñanza cristiana una persona siempre puede ofrecer sus dolores a Dios, "algo que fue un consuelo", el Prefecto Emérito de la Secretaría de Economía resaltó que el Papa Francisco también lo apoya.
"Siempre he sabido que él me sostenía. Sabía que creía en mi inocencia y que esperaba que fuera liberado. Fue un gran consuelo. El Papa siempre me ha sostenido en estas dificultades".
Cuando volvió al Vaticano, el Cardenal pudo reunirse con el Santo Padre. "Gracias por su testimonio", le dijo.
"Estoy muy agradecido por esto. Más tarde también me dijo: 'Usted tenía razón sobre muchas cosas', y creo que se refería a los asuntos económicos sobre los cuales realmente ya no hay muchas dudas".
Un momento difícil para el Vaticano
El Cardenal comentó que antes lo que sucedía en el Vaticano es que "había dineros pero no estaban registrados en libros contables. Y esto era indicativo de un modo muy primitivo de gestión en las cosas o la falta de informaciones precisas".
Sobre su labor en la parte financiera del Vaticano, el Purpurado australiano dijo que "estoy satisfecho con lo que hemos logrado en el trabajo. Hemos encontrado muchos obstáculos pero hemos hecho todos los progresos que buscábamos".
"La situación económica del Vaticano en este momento es seria pero me consuela pensar que hemos entendido que al menos si se juzga con precisión donde estamos, si hay gente inteligente y para el bien, se puede entender cómo seguir adelante mejor en medio de una situación difícil".
Sin embargo, precisó, "si se está en un mundo de hipocresía entonces es muy difícil. No sabemos con precisión cuántas personas van al infierno, pero sabemos bien si estamos perdiendo dinero. Las deudas estructurales ya estaban antes del Covid. Es un momento difícil verdaderamente para el Vaticano".
Sobre el nuevo Prefecto de Economía, el sacerdote jesuita Juan Antonio Guerrero Alves, el Cardenal dijo que es "un hombre honesto y capaz que ha hecho muchos progresos. Pienso además que el nuevo Consejo de las finanzas, con seis mujeres, está haciendo un buen trabajo. Son mujeres muy calificadas y pienso que será muy difícil para los malhechores poder hacer algo con ellas. Nosotros los hombre somos más sentimentales. Espero que el nuevo consejo cuando vea un hueco en una manta, lo diga: 'hay un agujero en la manta'".
En agosto de 2020 el Papa Francisco nombró para el Consejo de Economía a dos alemanas, Charlotte Kreuter-Kirchhof y Marija Kolak; dos españolas, María Concepción Osacar Garaicoechea y Eva Castillo Sanz; y dos británicas, Ruth Mary Kelly y Lesile Jane Ferrar. El consejo está compuesto en total por 15 miembros, ocho de los cuales son obispos y cardenales.
El Cardenal George Pell aseguró asimismo que "no se puede decir nunca que esto ha terminado. Tampoco estoy seguro de que mi historia haya terminado pero tampoco creo que haya posibilidad de involucrar al Papa".
La acusación contra el Cardenal Pell
En 2019 el Cardenal Pell fue condenado a prisión acusado de abusar de dos menores. Sin embargo, el 7 de abril de este año fue puesto en libertad, luego de que la Corte Suprema de Australia concluyera que el jurado en el juicio del Purpurado no actuó razonablemente, al no encontrar posibilidad de duda en las acusaciones que enfrentaba. Fue absuelto de todos los cargos.
Los informes de que el Cardenal Angelo Becciu habría transferido dinero a Australia para poner una trampa al Cardenal Pell atrajeron atención internacional. El Cardenal Becciu ha negado estas y otras acusaciones referidas al escándalo financiero.
Sin embargo, el Papa Francisco depuso al Cardenal Becciu de su cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y también le retiró sus derechos del cardenalato, lo que incluye la imposibilidad de participar en el próximo cónclave.
El Cardenal Pell agradeció al Santo Padre estas medidas adoptadas respecto al aún Cardenal Becciu.
Hasta 2017, el Cardenal Pell encabezó un esfuerzo alentado por el Santo Padre para ordenar y esclarecer las finanzas del Vaticano, que por mucho tiempo carecieron de procedimientos, controles o supervisión centralizados.
El Purpurado chocó en ese trabajo con el Cardenal Becciu, que servía en el Vaticano como Sustituto de la Secretaría de Estado.
Entre otras cosas, el Cardenal Becciu actuó para cancelar un contrato que el Cardenal Pell había hecho para una auditoría externa de las finanzas del Vaticano.