Diversos activistas africanos como la nigeriana Obianuju Ekeocha, fundadora de Culture of Life Africa, denunciaron las presiones internacionales de grupos proaborto que quieren imponer su agenda en el continente africano, aprovechando las distintas necesidades que se han agudizado por la pandemia del coronavirus.
"Algunos donantes occidentales, incluyendo instituciones gubernamentales e internacionales, han usado esto como una oportunidad para insertar su agenda ideológica centrada en los llamados 'derechos reproductivos y la salud sexual y reproductiva, usando como fachada el alivio humanitario ante el COVID19", dijo Ekeocha en un video de 32 minutos publicado en Youtube titulado "La Pandemia en África: Un camino al neocolonialismo".
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"Algunos donantes han ido más lejos aún y solicitan que los fondos que ofrecen sean usados para este propósito particular", alertó la activista que reside en el Reino Unido.
Esto significa que "en un tiempo en el que las necesidades básicas como comida y medicinas esenciales se acrecientan, a los donantes parece preocuparles más extender los territorios del movimiento del aborto y la salud reproductiva".
La activista cuestionó "¿por qué las Naciones Unidas usan todas sus fuerzas para alinearse tan perfectamente con las ideas e ideologías pro aborto, así como con los grupos pro aborto?".
En el informe en video, Elyssa Koren, directora del grupo ADF International, advierte cómo los promotores del aborto lucharon para que se clasificara el acceso a esta práctica como algo "esencial" en la lucha contra la pandemia.
"Una vez más, ellos (la OMS) han clasificado el aborto como un servicio esencial, esta vez orientando a los gobiernos a que aseguren que el aborto se ofrezca como un servicio esencial para cualquiera que lo desee durante el curso de esta pandemia", indicó la abogada.
El Dr. Zacc Kawalla, jefe de la Comisión de Ética, Justicia y Paz de la Asociación Evangélica (EPJC) de Malawi, denunció las presiones en el Parlamento para aprobar el aborto en el país.
"Los llevaban (a los congresistas) a conferencias para instruirlos en la aprobación de una ley cuando el país debe estar enfocado en el COVID19", advirtió y dijo que algunos miembros del clero se unieron para formar una coalición abortista.
Según el informe, el financiamiento para promover estas medidas en Malawi proviene de IPAS, una organización internacional con sede en Estados Unidos que busca expandir el aborto y la anticoncepción.
"El dinero no es local. No es del gobierno de Malawi. Es de IPAS y de otra organización que sostiene a ciertos ginecólogos y a la institución local COPIA", indicó el médico.
Sin embargo, precisó el Dr. Kawalla, en el Parlamento 125 de los 188 miembros expresaron su rechazo al aborto porque "el pueblo de esta nación no la favorece [la ley del aborto]. Es occidente que está tratando de imponerse con las leyes".
La directora ejecutiva del East African Centre for Law and Justice, Dra. Joy Mdivo, dijo que los habitantes de Kenia también se oponen al aborto y defienden la vida desde la concepción.
"El año pasado, el Foro de Cristianos Profesionales de Kenia encargó un estudio para saber cuántos compatriotas apoyan el aborto a pedido. Una de las cosas que resultó de la investigación fue que más del 85% de kenianos lo rechaza fuertemente", dijo la doctora.
Asimismo, la especialista dijo que el proyecto de ley sobre salud reproductiva que la senadora Susana Kihika propuso en 2019 no tenía sustento y no haría ninguna diferencia en la perspectiva de la población de Kenia.
"Antes de que la gente pudiera entender lo que estaba pasando, el proyecto ya estaba en el pleno de la Cámara y se estaba debatiendo", indicó.
La experta dijo que había una carta, en apoyo del proyecto, que estaba firmada por organizaciones extranjeras. "Esto muestra que la agenda de las mujeres en Kenia no la establece la sociedad local sino los que sostienen a los donantes", lamentó.
La Dra. Mdivo recordó que mientras se debatía el proyecto "en las noticias a la hora del almuerzo se veía tres o cuatro notas de distintas partes del país. Esto no es algo que una redacción puede financiar. Alguien estaba patrocinando las historias".
En su opinión, el proyecto fue un intento de seguimiento de la Conferencia Internacional de Poblacional realizada en 2019 en Nairobi.
Ese evento se centró en los derechos sexuales y reproductivos, en los que está incluido el acceso al aborto; y la "educación en la sexualidad comprehensiva", en la que está incluida la promoción de la ideología de género y el estilo de vida homosexual.
El Dr. Kawalala también dijo que lo que Malawi y otros países africanos necesitan "no es hablar sobre aborto sino sobre la buena atención del cuidado de la salud materna y que el mundo nos ayude a combatir el asunto del COVID19".
El 6 de diciembre, Ekeocha lamentó que se use el dinero "de los contribuyentes en occidente" para financiar políticas antivida "y sus procesos en los países africanos".
También alentó a los africanos a "alzar la voz. Deben denunciar este nuevo tipo de colonialismo. No debe ocurrir, para nada, que una organización con dinero venga a sus países y eclipse sus voces y posturas".
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI África