Con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, el Arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, presidió una celebración eucarística en la Catedral Metropolitana de Asunción en la que pidió el alivio para los dolores del pueblo, en sus sufrimientos físicos, mentales y espirituales.
El Arzobispo, que impartió durante la Misa el sacramento de la unción de los enfermos a los convalecientes y a personas mayores de 70 años, pidió que la unción sea también simbólicamente un sacramento para todo el pueblo paraguayo, que a través de la oración pueda sentirse aliviado y restaurado en lo espiritual, que debe ser el sostén de la vida.
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Un significativo número de fieles acudió a la invitación arzobispal para participar de los sacramentos en el principal templo capitalino. Muchos de los asistentes eran enfermos y personas de avanzada edad que asistieron con sus familiares.
Mons. Cuquejo explicó que la Jornada tiene como fin reflexionar sobre el sentido del sufrimiento humano, pues las personas se debilitan física, mental y espiritualmente por sus limitaciones.
Asimismo, recordó que el creyente puede superar el debilitamiento con la gracia de la misericordia de Dios.
El Arzobispo recordó que el sacramento de la unción de los enfermos prepara el caminar hacia el Padre, porque tanto la salud que gozamos y la enfermedad que padecemos recuerdan la abundante gracia que viene del Señor; pero al mismo tiempo da la posibilidad de participar de los sufrimientos de Cristo.