El 8 de diciembre, cuando la Iglesia celebró la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, las autoridades de Bielorrusia arrestaron a dos sacerdotes, que fueron liberados este miércoles.
Según informa Vatican News, los dos sacerdotes son el jesuita Viktar Zhuk, párroco de la Iglesia de San Vladislav; y el P. Alyaksei Varanko, vicario de la parroquia greco-católica de la Resurrección de Cristo, en la ciudad de Vitsebsk, en la región noreste del país.
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Así lo indicó el sitio web Catholic.by de la Conferencia Episcopal de Bielorrusa que precisa que ambos sacerdotes fueron arrestados bajo la acusación de "faltas administrativas" y fueron llevados al departamento de asuntos internos del distrito de Pershamaiski en Vitsebsk.
Este miércoles 9 de diciembre ambos fueron liberados y ahora están a la espera del proceso del cual no se ha dado mayor detalle.
Catholic.by recuerda que el P. Zhuk es el autor de las prédicas dominicales que se publican en ese sitio web.
La Conferencia Episcopal de Bielorrusia pidió a los familiares y amigos de los sacerdotes "que los sostengan con la oración durante este calvario".
El pasado 3 de diciembre otro sacerdote, el P. Viachaslau Barok, párroco de la parroquia de San Josaphat Kuntsevich en Rasony, Diócesis de Vitebsk, fue condenado a 10 días de cárcel.
Situación tensa en Bielorrusia
Aunque se desconoce las razones exactas del arresto de los sacerdotes, la situación actual del país es de tensión luego de las elecciones del pasado 9 de agosto en las que resultó reelegido el presidente Aleksandr Lukashenko, en el cargo desde hace 26 años, y que hace poco abogó por nacionalizar la Iglesia en el país.
Los grupos opositores denunciaron la manipulación de las elecciones y, desde entonces, se repiten las manifestaciones de protesta contra el presidente.
En ese contexto, el Gobierno de Lukashenko inició la represión para restringir aún más las libertades ciudadanas y combatir a los grupos de protesta. En esa estrategia, ha iniciado también una campaña contra las autoridades religiosas y, en particular, de la Iglesia Católica en el país.
La principal víctima de la arremetida de Lukashenko contra la Iglesia ha sido el Arzobispo de Minsk y presidente de los obispos de Bielorrusia, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, quien sigue todavía en el exilio sin posibilidad de regresar al país, después de que le impidieran el paso el 31 de agosto cuando trataba de cruzar la frontera tras un breve viaje a Polonia.