El Cardenal George Pell, exprefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, aseguró sentirse sorprendido por la aparente extensión de la "criminalidad" involucrada en los recientes escándalos financieros vaticanos.
En una reciente entrevista concedida a Associated Press (AP), el Cardenal lamentó que sus esfuerzos por implementar, durante el tiempo en que estuvo al frente de la Secretaría de Economía (entre 2014 y 2017), mecanismos estrictos para garantizar la transparencia financiera y la responsabilidad contable sean reivindicados precisamente ahora al salir a la luz los detalles de los recientes escándalos.
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El Cardenal Pell declaró a AP que sabía, desde el momento en que el Santo Padre lo puso al cargo de parte de la agenda de la reforma de la Curia, que en las finanzas del Vaticano había "un poco de desorden".
No obstante, aseguró que "nunca, nunca pensé que sería tan tecnicolor, como se ha demostrado". "No sabía que hubiera tanta criminalidad involucrada", aseguró.
Hasta el año 2017, el Cardenal Pell realizó numerosos esfuerzos, a petición del Papa Francisco, para poner orden y responsabilidad en las finanzas del Vaticano, las cuales durante un largo período de tiempo se han desarrollado sin procedimientos, controles o supervisiones centralizadas.
El Purpurado aseguró haber descubierto cientos de millones de euros "fuera de los libros" de las cuentas ordinarias del Vaticano.
Los esfuerzos del Cardenal Pell se encontraron con resistencias institucionales por parte de varios oficiales de la curia y departamentos. Especialmente mediático fue el caso del Cardenal Angelo Becciu, ahora apartado de la Curia por el Papa y obligado a renunciar a sus privilegios cardenalicios.
Becciu, en la época en que el Cardenal Pell estaba al frente de la Secretaría para la Economía, era el sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano. Desde esa posición, el Cardenal Becciu canceló una auditoría externa contratada por el Cardenal Pell para las finanzas de todos los departamentos del Vaticano.
Como informó CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, ambos purpurados discutieron por varios asuntos financieros, en particular, por el uso por parte del Cardenal Becciu de un banco suizo para realizar diferentes inversiones posteriormente ocultas a los balances del Vaticano, como la polémica compra de un bloque de viviendas en Londres.
Desde al menos el año 2018, de forma discreta pero exhaustiva, el Vaticano investigó la enmarañada red de inversiones y transacciones realizada desde la Secretaría de Estado y en la que estarían involucrados un grupo de hombres de negocios y oficiales de la curia vinculados con inversiones relacionadas con la operación inmobiliaria en Londres.
El 24 de septiembre el Papa apartó a Cardenal Becciu ante los indicios en su contra que lo sitúan en el centro de la trama de uso ilícito de dinero de la Iglesia para, entre otras cosas, beneficiar a familiares, o para influir en el resultado del juicio por abusos sexuales en Australia contra el Cardenal Pell, juicio del que fue inicialmente condenado y finalmente absuelto.
Becciu negó todas esas acusaciones, incluso emprendió acciones legales contra uno de los periódicos que lo han investigado. Por su parte, en la entrevista a AP, el Cardenal Pell dijo sobre las acusaciones contra Becciu que "por el bien de la Iglesia, espero que no haya nada".
"De hecho, lo digo con toda sinceridad, porque, como me dijeron algunas personas en Australia, mi propia familia: 'Una cosa es que sea la mafia, u otras personas, la que te persiga, y otra mucho peor es que (la persecución) sea de dentro de la Iglesia'".
El Cardenal, en este sentido, se mostró convencido de que la verdad saldrá a la luz: "Creo que lo averiguaremos, si hay o no hay". "Ciertamente, la fiesta aún no ha terminado".
Mientras tanto, la investigación de las autoridades vaticanas continúa. La semana pasada la policía encontró cientos de miles de euros en efectivo en dos casas de Fabrizio Tirabassi, funcionario laico de la Secretaría de Estado hasta su suspensión, junto con otros empleados, el año pasado.
El Cardenal Pell declaró a AP que los continuos escándalos financieros parecen mostrar un comportamiento criminal. Sin embargo, tendrá que ser un juicio en el Vaticano el que ofrezca toda la verdad. "Podríamos estar ante una incompetencia asombrosa".
"Sería mejor para la Iglesia que estas cosas no hubiesen sucedido, si yo no fuese reivindicado de esta manera. Pero puesto que han sucedido, queda muy claro" que su agenda original de reforma era necesaria.
Traducido y adaptado por Miguel Pérez. Publicado originalmente en CNA.