El Papa Francisco destacó en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, último Domingo del tiempo litúrgico, que el criterio del juicio "se efectuará sobre la base del amor concreto dado o negado" a las personas necesitadas.
"Pidamos a la Virgen María que nos enseñe a reinar en el servir. Nuestra Señora, asunta al Cielo, recibió la corona real de su Hijo, porque lo siguió fielmente en el camino del Amor. Aprendamos de ella a entrar desde ahora en el Reino de Dios, por la puerta del servicio humilde y generoso", invitó el Papa antes del rezo del Ángelus dominical.
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Al recordar la Solemnidad "de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que cierra el año litúrgico" el Santo Padre señaló que "Él es el Alfa y el Omega, el comienzo y el cumplimiento de la historia; y la liturgia de hoy se centra en el 'omega', es decir, en el destino final" y agregó que "el sentido de la historia se comprende teniendo ante nuestros ojos su culminación: el final es también el fin".
En esta línea, el Pontífice comentó el pasaje del Evangelio de San Mateo de este domingo (25, 31-46) en el que Jesús se refiere al juicio universal en el epílogo de su vida terrenal "Él, a quien los hombres están a punto de condenar, es en realidad el juez supremo. En su muerte y resurrección, Jesús se mostrará como el Señor de la historia, el Rey del universo, el Juez de todo. Pero la paradoja cristiana es que el Juez no reviste una realeza temible, sino que es un pastor lleno de mansedumbre y misericordia".
De este modo, el Papa subrayó que "Jesús, en esta parábola del juicio final, utiliza la imagen del buen pastor, recordando las profecías de Ezequiel, que hablaba de la intervención de Dios en favor del pueblo, contra los malos pastores de Israel" y "Dios mismo promete cuidar personalmente de su rebaño, defendiéndolo de las injusticias y los abusos".
Por ello, el Santo Padre señaló que "Jesús se identifica no solo con el rey pastor, sino también con las ovejas perdidas, es decir, con los hermanos más pequeños y necesitados. Y así indica el criterio del juicio: se efectuará sobre la base del amor concreto dado o negado a estas personas, porque él mismo, el juez, está presente en cada una de ellas".
"Jesús dice: 'En verdad les digo que cuanto hiciste (o no hiciste) a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí lo hiciste (o no lo hiciste)'. Seremos juzgados por el amor. No por el sentimiento, no: por las obras, por la compasión que se hace cercanía y ayuda solícita", explicó el Papa.
En este sentido, el Pontífice exhortó a realizar un examen de conciencia y a meditar la parábola del buen samaritano para recordar la "lógica de la cercanía y acercarnos a las personas que más sufren".
"Volvamos a casa con esta frase: 'Yo estaba presente allí'. Gracias o te olvidaste de mí", concluyó el Papa.