Caridades católicas como Catholic Relief Services y Cáritas Internationalis se preparan para el impacto del huracán Iota de categoría 5, el nivel máximo en la escala de intensidad, que se prevé que llegue a tierra en el noreste de Nicaragua y luego atraviese Honduras este lunes por la noche.
El fenómeno natural por el que se está evacuando a parte de la población de Nicaragua, Honduras y Guatemala sería devastador, ya que se suma a los estragos ocasionados por el huracán Eta, que llegó a Centroamérica el 3 de noviembre causando víctimas, inundaciones, derrumbes y empeorando la difícil situación provocada por el COVID-19.
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"El huracán de categoría 5 Iota se acerca a Nicaragua. Los vientos con fuerza de huracán deberían comenzar en unas pocas horas, y se espera que toquen tierra esta noche (de este lunes 16 de noviembre). Esta es una situación que pone en peligro la vida y, por favor, preste atención a los consejos de los funcionarios locales", indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
El centro meteorológico agregó que "se esperan vientos extremos y una marejada ciclónica potencialmente mortal a lo largo de partes de la costa del noreste de Nicaragua. También se prevén inundaciones repentinas potencialmente mortales en Centroamérica".
En una entrevista concedida a ACI Prensa, Conor Walsh, representante de país de Catholic Relief Services (CRS) para Honduras, dijo que la situación en el país "es crítica actualmente", ya que, "después de que el huracán Eta llegó, miles de personas en el norte están viviendo en refugios porque perdieron todo".
"No solo fue en el norte, pues también afectó el sur y las personas perdieron sus hogares. En otras comunidades vulnerables los agricultores perdieron sus cultivos. Ocurrió justo antes de que recolectaran las legumbres y el maíz para colocarlas en los establos. Eso fue muy desafortunado y, ahora, Iota se espera que sea peor, ya que es un huracán de nivel 5 que irá directamente al centro del país", lamentó.
"Se podría decir que hubo suerte de que el Huracán Eta llegara al norte del país donde hay menos población, pero ahora esta parte del país va a ser golpeada muy duramente y solo estamos esperando lo peor", agregó Walsh.
Actualmente, los cerca de 65 miembros del equipo de CRS se encuentran en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro y La Esperanza. Estas personas ya se encontraban socorriendo a los afectados por el huracán Eta y, previamente, trabajaban en programas desarrollo de agricultura, abastecimiento de agua potable y mejora de la educación. También desarrollaban programas de protección para la juventud víctimas de la explotación y les ayudaban a encontrar trabajo digno.
"Todos estos programas se verán interrumpidos debido a la emergencia. Estamos buscando toda donación posible para proveer asistencia inmediata a las familias que queden gravemente afectadas", aseguró Walsh.
El representante de CRS en Honduras explica que su equipo se encuentra recopilando información sobre el lugar por donde pasará exactamente el huracán Iota. "Es difícil de predecir, pero si sigue en su curso atravesará la capital", informó a ACI Prensa.
Walsh informó que, antes de preparar la ayuda humanitaria, primero se está procurando que el equipo esté a salvo y tenga los suministros necesarios. "También estamos tendiendo la mano a las organizaciones amigas con las que trabajamos, como Cáritas, y otras ONG, para que estén resguardados y posteriormente puedan estar en la primera línea de asistencia, tan pronto como las condiciones lo permitan".
"Estamos acudiendo a todas las fuentes que podemos para obtener ayuda. La atención del mundo está focalizada en otros asuntos, por lo que es difícil conseguir recursos para responder efectivamente considerando la escala de esta emergencia. Pero hacemos lo que podemos y estamos acudiendo a todas las personas de buena voluntad", aseguró Walsh.
"Cuando nosotros recibimos donaciones las canalizamos a nuestros socios de la Iglesia Católica, como Cáritas, ayudándonos mutuamente y asegurándonos que la ayuda sea provista", agregó.
El experto precisa que Honduras se encuentra en un punto muy vulnerable. Dijo que "incluso sin los huracanes o el COVID, este país se tambalea en el borde de un precipicio debido a que es un país muy pobre y que ha sido golpeado tanto por el cambio climático".
"Parte de la agricultura del país ha sido devastada, han sufrido varias temporadas de sequías, así que los suministros de alimento ya se encuentran reducidos. Además, de eso el COVID-19 generó una cuarentena que provocó el cierre de los negocios", lamentó.
Walsh señaló que, "de lo poco que había, el huracán Eta lo dañó y ahora el huracán Iota acabará con todo".
"Es una situación muy muy crítica. Hay COVID, inseguridad alimentaria. ¿Cuál será el resultado para las personas que pierdan todo? No habrá otra opción más que migrar, lo que se traducirá en mayores presiones sobre la migración una vez más", explicó.
Respecto a los suministros que más se necesitan, Walsh dijo que en un periodo inmediato necesitan "agua y alimentos para distribuir a las comunidades a las que podamos llegar, ya que la accesibilidad también es un problema porque hay caminos que están bloqueados".
Por otro lado, contó que el equipo de CRS también trabaja en proveer otros suministros de bioseguridad, como mascarillas, para las personas que se encuentran en refugios.
"Estas personas tuvieron que dejar sus casas sin nada, solo llegaron a los albergues con una mascarilla, y por lo tanto los niveles de propagación de COVID son altos. Nosotros tratamos de llevarles equipo sanitario", informó.
La cabeza de CRS en Honduras recordó que las cifras oficiales estiman "1.3 millones de hondureños golpeados por Eta, es decir, cerca del 20% de su población".
"Hay 60 mil personas que se encuentran en refugios actualmente, y como decía, el huracán Iota podría ser incluso más fuerte y pegar más a los sectores más poblados del país, así que los números anteriores podrían duplicarse o triplicarse", dijo.
Según Walsh, en la capital apenas hay algunos refugios que puedan albergar centenares de personas, por lo que no serán suficientes. El experto propuso utilizar escuelas, iglesias e inclusive estadios para albergar a los damnificados.
"Estamos tratando de trabajar con la Iglesia en una respuesta. Estamos ocupados buscando ayuda. Sabemos que hay otras emergencias en el mundo, pero pido que miren a Centroamérica, no olvidemos a nuestros hermanos y hermanas de Honduras que sufren".
Finalmente, Walsh pidió que se deje "de lado la idea de que Honduras es una suerte de problema o de migrantes que no queremos, sino que son nuestros vecinos que sufren, que son pobres y excluidos".
"Me dirijo a todos los hondureños. Estamos juntos en esto. Y así como le dijimos con el COVID, saldremos adelante trabajando juntos. Posiblemente estemos socialmente separados, pero estamos unidos en nuestro propósito de enfrentar la crisis que vivimos. Mi llamado a los católicos y personas de buena voluntad es que unamos fuerzas y hagamos lo que podamos para dar desde el corazón", concluyó.
Para realizar una donación para ayudar al trabajo humanitario de CRS en Centroamérica ingrese AQUÍ.