Las comunidades parroquiales de Rubio y San Antonio del Táchira de la Diócesis de San Cristóbal (Venezuela) vienen realizando jornadas de caridad para apoyar a las numerosas familias que han perdido sus viviendas por las fuertes lluvias.
En un comunicado, la diócesis informó que las comunidades junto a los equipos de acción social han atendido y acompañado a más de tres mil familias afectadas por las lluvias del fin de semana.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Una publicación compartida de Diócesis de San Cristóbal (@diocesissc) el
10 Nov, 2020 a las 6:51 PST
Este domingo 8 de noviembre, los ciudadanos de Rubio y San Antonio del Táchira, cerca de la frontera con Colombia, fueron afectados por el desborde del río Carapo por las fuertes lluvias que comenzaron la noche anterior.
La diócesis indicó que, a pesar de los esfuerzos por detener la inundación, el río "arrastró vehículos, destruyó viviendas y acabó con la vida de algunos ciudadanos".
Un Nuevo Tiempo: El pueblo de Rubio, Táchira, fue azotado durante la madrugada con fuertes precipitaciones, causando el colapso de distintos servicios públicos. Luego de 34 años, nuevamente viven un deslave de tierra que los mantiene en alto riesgo por el flujo de aguas negras. pic.twitter.com/MlDFtiOoJh
- Radio Caracas Radio (@RCR750) November 8, 2020
Además, señaló que, frente a esta tragedia, las parroquias de Rubio junto con Cáritas parroquial y diocesana han "socorrido con alimentos y artículos de primera necesidad a los afectados, particularmente a los habitantes de los sectores de la Palmita, el Cafetal y el Rosal".
"Las parroquias de San Antonio, por su parte, también preparan algunos paquetes de alimentos, ropa y demás implementos básicos para solventar las carencias de aquellos que perdieron todo", agregó.
El Obispo de San Cristóbal, Mons. Mario Moronta, expresó su cercanía con los afectados y señaló que orara por ellos. Además, agradeció a los sacerdotes y a las "parroquias de la zona por dar una respuesta generosa ante la necesidad".
La diócesis resaltó que, junto a la Iglesia, "autoridades regionales y nacionales, voluntarios, fundaciones, movimientos, se han hecho presente en ambos municipios, unos con ayudas materiales y otros con ayudas médicas".