El estado de salud del Cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y arzobispo de Perugia – Città della Pieve, está empeorando.
El Cardenal Bassetti fue ingresado a terapia intensiva por el COVID-19 durante la noche entre el 2 y 3 de noviembre después de un cambio en sus signos vitales.
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Inicialmente, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana estuvo en aislamiento y monitoreado en su casa tras saber el resultado positivo del análisis del coronavirus el 28 de octubre.
El purpurado de 78 años difundió un mensaje el 30 de octubre en el que afirmó vivir "este momento con fe y esperanza, confiándome a la misericordia del Padre" y agradeció "a todos los que están cerca con mensajes de solidaridad y con la oración".
"Ofrezco esta prueba por todos los enfermos, por los que sufren, por las personas que han vivido un luto, los médicos, los trabajadores sanitarios que auxilian con dedicación y cuidado, a los representantes de las instituciones comprometidas en poner un muro a este virus", afirmó entonces el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Sin embargo, en la mañana del 31 de octubre, el Cardenal Bassetti fue internado en el hospital Santa María de la Misericordia de Perugia y días después fue ingresado a terapia intensiva.
Según informó el 9 de noviembre un comunicado de la Conferencia Episcopal Italiana, "en las últimas horas ha sufrido un empeoramiento generalizado del cuadro clínico" y "se están realizando investigaciones de diagnóstico y todos los tratamientos necesarios".
Por ello, el secretario general de la CEI, Mons. Stefano Russo, indicó que continúan acompañando al Cardenal Basetti "con cariño y cercanía" y solicitan a los fieles "orar en este tiempo de prueba".
"Estamos seguros de que el Señor no dejará de tener misericordia y consuelo para el Cardenal y para los que están severamente probados por la enfermedad", añadió Mons. Russo.
Por último, el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana recordó "a los médicos, trabajadores de la salud y quienes se ocupan del sufrimiento" y pidió "a todos que compartan estas intenciones en sus momentos de oración diaria".