Una imagen de la Virgen María dedicada a los niños nacidos y no nacidos fue develada en Guayaquil (Ecuador), durante la Misa dedicada a los niños que fallecieron debido a un aborto o por otras causas a los pocos días de nacer.
La imagen lleva por nombre "Madre de los nacidos y no nacidos" y fue develada el 4 de noviembre, al término de la Misa celebrada por el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera Herrera, y concelebrada por el Obispo Auxiliar de Guayaquil y encargado de la Pastoral de la Familia, Mons. Giovanni Battista Piccioli, y otros sacerdotes en el Panteón Metropolitano, donde se dio sepultura a once bebés en el marco de la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.
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La iniciativa de sepultar a bebés que fallecieron a causa del aborto o por otros motivos a los pocos días de nacer, se realiza por segundo año consecutivo y es realizada con apoyo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y el movimiento "Bebés en los corazones de Jesús y María".
Luego de la sepultura de los once bebés, Morella Moreno y Estela Zea, dos de las fundadoras del movimiento "Bebés en los corazones de Jesús y María", develaron la escultura de la "Virgen Madre de los nacidos y no nacidos".
Zea dijo a ACI Prensa que la escultura que la imagen fue donada por Paola Cesa y por el artista guayaquileño Jorge Velarde, autor de la obra, en la que se ve a la Virgen llevar en sus manos a un bebé no nacido.
Explicó que para crear la nueva escultura, los artistas tomaron las medidas de una imagen de la Virgen Eucarística que se ubica en el Monasterio de las Hermanas Clarisas de Montalvo (Ecuador). Esta imagen muestra a María llevando en sus manos una custodia en forma circular que tiene la cualidad de poder abrirse y guarda la Eucaristía en su interior.
Además, señaló que el bebé que la figura lleva en brazos "es de tamaño real", pues Velarde investigó "cómo es la fisonomía de un bebé en el vientre materno" y tomó la medida de un cordón umbilical de verdad.
La oficina de prensa de la Arquidiócesis indicó que la imagen de la Virgen "se va a quedar" en el cementerio. Señaló que en el Panteón Metropolitano se construirá una gruta en su honor "para que quede permanentemente en ese pabellón".
Dar sepultura digna
En declaraciones a la prensa, Mons. Cabrera explicó el 4 de noviembre que el objetivo de la iniciativa es dar "sepultura digna a los niños que no han podido nacer y a los niños que naciendo han fallecido. A veces fueron abandonados, se ha pensado que son deshechos y no es así, como si fueran células, y desde la fe sabemos que cada vida es importante para Dios".
"Las personas desde su fe, desde la ciencia, han descubierto que es necesaria una digna sepultura", por eso "han unido esfuerzos y corazones para que en esta mañana tengamos esta ceremonia tan maravillosa, una ceremonia que nos compromete a amar y defender la vida", añadió.
Los restos de los once bebés no nacidos y fallecidos al poco tiempo de nacer fueron entregados a la Arquidiócesis de Guayaquil el 20 de septiembre. Según indicó Perla Pozo, miembro del movimiento "Bebés en los corazones de Jesús y María", a ACI Prensa, los bebés fallecieron por abortos inducidos, abortos espontáneos y causas naturales.
Los cuerpos fueron sepultados en "un bloque de bóvedas" construidas en el Panteón Metropolitano local gracias a la donación de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y al esfuerzo de las tres instituciones que trabajaron y lograron que en 2019 se cristalice la asignación de "un espacio especial de oración y recogimiento" para estos niños en el cementerio.
En respeto del límite del aforo permitido y de los otros protocolos de bioseguridad decretados durante la pandemia del COVID-19, el evento contó con la participación de 100 personas. Entre ellos, participó una pareja de padres que perdieron en febrero a su bebé y que recién pudieron darle digna sepultura durante la ceremonia.
Para Mons. Cabrera, el gesto también fue misericordioso con los niños no nacidos. Explicó que la palabra 'misericordia' justamente significa poner el corazón en la fragilidad de la miseria humana".
"Solo las personas con corazón grande son capaces de sentir, de experimentar amor por esos niños y no solo quedarse en el sentimiento, sino también comprometerse a orar por esas criaturas, que más que orar por ellos, ahora son ellos los que oran por nosotros. Eso nos dice la fe", dijo.
El Prelado destacó que en la ceremonia participaron muchísimas personas, sobre todo niños y jóvenes, y recordó "que es importante que ellos descubran que la vida vale la pena vivirse".
Las personas que deseen solicitar un espacio en el Panteón Metropolitano para sepultar a su bebé nonato o neonato fallecido deben acercarse a "las oficinas de cementerios de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y la Arquidiócesis de Guayaquil", señaló la Arquidiócesis.
Actualmente, el movimiento "Bebés en los corazones de Jesús y María" se encuentran trabajando para que el municipio "nos de esta apertura" para brindar información y ayuda psicológica y terapéutica a los padres y madres que después de los abortos pasan por "este duelo no entendido que a la larga deberán asumir".