Los obispos de Francia presentarán un recurso ante el Consejo de Estado por la prohibición de la celebración de misas y sacramentos, establecido en el nuevo decreto que ordenó el confinamiento hasta el próximo 1 de diciembre debido a la nueva ola de contagios de coronavirus en el país.
Para los obispos, la medida establecida por el decreto n° 2020-1310 del 29 octubre de 2020 prescribiendo las medidas generales necesarias para hacer frente a la epidemia del COVID-19 en el marco del estado de urgencia sanitaria, "atenta contra la libertad de culto que es una de las libertades fundamentales de nuestro país".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Mons. Éric de Moulins-Beaufort, luego de consultar con todos los obispos de Francia reunidos en asamblea plenaria este lunes 2 de noviembre, considera desproporcionada la prohibición de celebrar la Misa y otros sacramentos en comunidad", indica una nota de la Conferencia Episcopal de Francia.
El jueves 28 de octubre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el nuevo confinamiento hasta el próximo 1 de diciembre ante la oleada de contagios de coronavirus en el país.
Los casos de coronavirus en Francia ascienden ahora a 1.466.433 casos, con más de 52 mil nuevos casos en los últimos días. Los fallecidos a causa de la enfermedad son 37.435.
Entre otras medidas, el Gobierno francés estableció que los colegios permanecerán abiertos pero no las universidades. Asimismo será necesario un certificado para salir de casa a hacer la compra de alimentos o medicinas, ir al médico, visitar a algún familiar vulnerable, llevar los niños a la escuela o salir a caminar alrededor del propio domicilio.
Según Macron, los servicios públicos oficiales seguirán funcionando de manera presencial. El traslado entre regiones será autorizado si existe un motivo personal o profesional que pueda probarse. Las fronteras con otros países europeos permanecerán abiertas, pero no aquellas con países que no hacen parte de la comunidad europea.
En su comunicado, los obispos de Francia recuerdan que "para los fieles estas celebraciones son vitales porque son encuentros con el Señor y todos los hermanos".
"Los fieles católicos están totalmente activos contra la epidemia y respetan el conjunto de medidas sanitarias que se aplican en el país desde el comienzo", concluyen.