El Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, destacó la vigencia de los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 1979, aunque reconoció que, especialmente de cara al futuro, necesitan una revisión porque el “régimen jurídico español ya no es tan joven”.
Según el Cardenal Rouco, la prioridad es la de “actualizar prudentemente”dicho régimen jurídico, y precisó que ese cambio debe hacerse “con una vuelta y un claro aprovechamiento” de los principios de la Constitución" para adecuar la legislación a la realidad social.
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El Presidente de la CEE pidió un mayor “aprovechamiento” de los principios de la Constitución de 1978 como instrumento que regule las relaciones entre la Iglesia y el Estado, tras una previa “actualización” del régimen jurídico establecido en los acuerdos que estableció España con la Santa Sede un año después de promulgarse la Carta Magna.
El Arzobispo de Madrid hizo estas declaraciones durante una conferencia en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo titulada “La Iglesia y la comunidad política en la España de hoy a la luz del principio de la libertad religiosa”, en la que hizo en detallado repaso a las relaciones entre la Iglesia y el Estado a lo largo de la historia.
El Cardenal reconoció durante su exposición que las relaciones entre la Iglesia y el Estado han sido siempre difíciles y en algunos momentos “verdaderamente dramáticas”.
Pese a estas dificultades, el Purpurado afirmó que en España hay en la actualidad “un buen cauce de diálogo” entre Iglesia y Estado que ha estado basado siempre en el “principio de la libertad religiosa”, que para el Cardenal es la base “irrenunciable” sobre la que deben asentarse las relaciones entre ambas instituciones.
El cristiano de hoy
Más adelante, el Presidente de la CEE invitó a los católicos a que, en la situación actual, se comprometan con la doctrina del Concilio Vaticano II y a que tengan un “aprecio positivo” del régimen jurídico vigente, que, agregó, “no debe ser cuestionado desde el seno de la Iglesia”.
Para el Cardenal Rouco, los católicos deben establecer sus relaciones con la “comunidad política” de tal manera que se conviertan en “instrumentos de evangelización”. “No se trata -añadió- se conquistar parcelas de poder, sino de ejercer en libertad el testimonio de la palabra y de la vida, personal y comunitaria, del cristiano y de lo cristiano".