En Bangladesh la tradición anima a las madres católicas a ser las impulsoras del amor al Rosario en sus familias, un testimonio destacable sobre todo si tenemos en cuenta que viven en un país donde el 90% de la población es musulmana y en el que no han faltado episodios de atentados anticristianos.
El P. Suresh Purification, coordinador del Ministerio del Rosario en la Diócesis de Rajshahi, en el norte de Bangladesh, dijo a UCA News que cada año organizan varias actividades para promover la devoción al Rosario y el amor a la Virgen María.
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"No solo en octubre, sino durante todo el año organizamos programas y encuentros de oración. La gente ama a María y creen que ella escucha sus oraciones. Ayudamos a las personas a darse cuenta de cómo pueden ser bendecidas orando a María", dijo el P. Purificación.
Según la tradición, las madres son quienes impulsan el rezo del Rosario en sus familias. Para Francisca Palma, madre católica de 55 años, maestra de escuela primaria jubilada y miembro de la parroquia María Virgo Potens de la Diócesis de Rajshahi, la devoción a la Virgen María y el rezo del Rosario todas las noches es parte de su vida diaria y de la tradición de su familia y comunidad.
Palma dijo que tiene "a la Madre María en alta estima" y que "reza el Rosario todas las noches". "Heredamos esta tradición de nuestros antepasados y estamos felices de continuarla", explicó.
Por su parte, el P. Elías Palma, director nacional de los Ministerios de la Familia de la Santa Cruz, explicó que en cada diócesis un equipo trabaja "con varios grupos de edad", de los que nacen "vocaciones religiosas".
Explicó que en cada programa, distribuyen rosarios, libros de oraciones, calendarios, retratos y estatuas de la Virgen María para animarlos a seguir rezando el Rosario.
En octubre, mes que la Iglesia Católica dedica al rezo del Rosario, Francisca Palma dijo que se une a cientos de mujeres, hombres y niños en las aldeas aledañas a su parroquia para rezar de puerta en puerta cada misterio del Rosario. "Me he unido a varios rezos del rosario en los pueblos con mi hijo y mi hija. La gente viene a rezar voluntariamente y asiste activamente", dijo.
Además, señaló que este mes han estado rezando el Rosario en comunidad "con intenciones especiales: por el fin de la violencia contra la mujer, por la paz en el mundo y el bienestar de la humanidad". En relación a la violencia, Palma se refirió al alarmante aumento de violaciones a mujeres en el país.
Por su parte, Shyamoli Halder, madre de 42 años y miembro de la Catedral de San Patricio, ubicada en la Diócesis de Barishal, dijo que en octubre suelen congregarse con los demás fieles para rezar la oración mariana en comunidad, ya sea en un santuario, con la familia o en la iglesia parroquial.
Esta práctica devocional "es parte de la rutina familiar diaria", dijo Halder y animó a las familias a rezar el rosario si aún no lo han hecho.
Sin embargo, Francisca Palma lamentó que el interés por el Rosario esté disminuyendo. "No todos están interesados en el rezo del rosario. A veces, vemos personas que se van del lugar en medio de la oración", dijo.
Para ella, se debe a que los "padres no rezan ni ofrecen educación moral a los niños, y a veces no les gustan los líderes religiosos y no escuchan su llamado para rezar". Sin
embargo, considera que la crisis se puede manejar "si las familias, las comunidades y las parroquias desempeñan su papel correctamente".
Por su parte, el P. Palma dijo a UCA News que la caída del interés se debe a la agresividad de los medios modernos. "Es cierto que las oraciones familiares han disminuido debido a la modernidad, los medios de comunicación y la vida ocupada de las personas. Hemos continuado nuestro movimiento para mantener la oración en nuestras familias", afirmó.
Historia del Santo Rosario en Bangladesh
En la década de 1950, el movimiento del rosario familiar comenzó a extenderse en Bangladesh gracias al sacerdote irlandés de la Santa Cruz, el P. Patrick Peyton (1902-1992), llamado "el sacerdote del Rosario" por dedicar toda su vida a promover su rezo en todo el mundo.
El P. Peyton, cuya frase más recordada es: "La familia que reza unida permanece unida", visitó Pakistán Oriental, ahora Bangladesh, en 1955 y predicó en dos parroquias de la Arquidiócesis de Dhaka sobre la importancia de rezar el Rosario.
Desde entonces, las diócesis católicas se esforzaron en extender esta devoción. Actualmente, las ocho diócesis católicas de Bangladesh tienen santuarios marianos, donde las personas acuden regularmente para orar y venerar a la Virgen María.
La Congregación de la Santa Cruz, orden religiosa más grande de Bangladesh, se encargó de continuar la misión del P. Peyton a través de los Ministerios de la Familia de la Santa Cruz (HCFM), que están distribuidos en las parroquias diocesanas bajo el nombre de "Ministerios del Rosario".
Vivir entre una mayoría musulmana
De los 166 millones de habitantes que tiene Bangladesh, el 90% son musulmanes. Luego siguen los hinduistas. En el país solo hay 600 mil cristianos, de los que 380 mil son católicos.
Según el informe de 2018 de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), al ser los cristianos una minoría, los musulmanes, desde el Estado, suelen discriminarlos por su fe, y grupos terroristas islámicos suelen atacarlos y amenazarlos de muerte.
Según ACN, los musulmanes también los segregan por sus raíces indígenas, pues según la constitución del país, las minorías étnicas y religiosas tienen solo derechos limitados. Además, suelen ser víctimas del robo de tierras, deben tolerar injusticias en las escuelas públicas y a la hora de buscar empleo.
En ese contexto, la Iglesia Católica es la única institución que intercede en favor de sus derechos y defiende el libre ejercicio de la religión. También, promueve la educación, sanidad y el diálogo interreligioso, pues cada año asisten 100 mil alumnos a las escuelas católicas, de los que la mayoría son musulmanes, dijo ACN.
Pese a que esta continua persecución amenaza el libre ejercicio de la fe en Bangladesh, desde hace más de 50 años el Rosario es la forma más común de oración vespertina en las familias católicas y suele estar liderado por las madres.