En el marco del debate público por la posible confirmación como jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos de Amy Coney Barrett, algunos medios han intentado argumentar que es posible ser un católico "practicante" y estar a favor de la legalización del aborto y de la agenda LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). ¿Qué hay de cierto?

Un reciente artículo titulado "La lucha por la nominación de Amy Coney Barrett deja a los católicos progresistas sintiéndose invisibles", publicado por Religion News Service (RNS) con información de la agencia Associated Press, presenta testimonios de católicos "practicantes" de minorías como la hispana en Estados Unidos que se autodefinen como "pro-elección" (proaborto) y a favor de la agenda LGBT, y que al mismo tiempo califican a quienes defienden la vida y la familia como pertenecientes a un catolicismo "mayoritariamente blanco".

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El texto de RNS advierte además como un posible "efecto" de las audiencias en el Senado de Estados Unidos para la confirmación de Coney Barrett el de "centrar el catolicismo conservador, que es fuertemente anti-aborto y opuesto al matrimonio homosexual, como el 'verdadero catolicismo'".

En uno de los testimonios que recoge RNS, Fernando Romero Orozco, mexicano que dirige el Pomona Economic Opportunity Center en California (Estados Unidos), asegura que la enseñanza de la justicia social de la Iglesia "no es específicamente provida o pro-elección".

¿Puede haber entonces un catolicismo a favor del aborto y a favor del mal llamado "matrimonio" gay?

"La doctrina social de la Iglesia es específicamente provida"

En diálogo con ACI Prensa, Grazie Pozo Christie, médico y asesora senior de políticas de The Catholic Association de Estados Unidos que creció en Guadalajara (México), subrayó que "la doctrina social de la Iglesia es específicamente provida. La dignidad humana es el pilar principal de la doctrina social, todos los otros temas forman parte del resto de su estructura".

"Sin ese pilar principal –advirtió– la doctrina social pierde su fundamento y carece de sentido".

Pozo Christie destacó que "la flor más bella de nuestra religión es el enfoque permanente en la dignidad humana de los más vulnerables y marginados", y señaló que "en Estados Unidos se han abortado más de 70 millones de bebés legalmente en las últimas décadas".

A raíz del caso de Roe vs. Wade de 1973, cuyo fallo en la Corte Suprema abrió las puertas del aborto legal en todo Estados Unidos, dijo, "no existe ningún grupo más vulnerable y marginalizado que los bebés en el útero".

"Especialmente los hispanos tienen la bendición de contar con un cálido sentido de responsabilidad familiar. Nos preocupamos los unos por los otros. ¿Cómo es posible atreverse a abandonar a los más pequeños y tiernos miembros de una familia en las manos de un abortista?", cuestionó.

Además, destacó, los hispanos en Estados Unidos "sabemos que Jesús instituyó el matrimonio como un sacramento y que este incluye solamente a un hombre y a una mujer. Cerrar los ojos y evitar reconocer esta realidad, no es anti-católico sino diabólico".

Grazie Pozo Christie advirtió además que "la agenda progresista es muy peligrosa para los católicos hispanos. Significa el fin del matrimonio, la familia, la libertad religiosa y muchas otras cosas igual de fundamentales".

"El apoyar la diversidad jamás debe referirse a apoyar los valores progresistas. Al contrario, se refiere a acoger la riqueza de la diversidad humana, en cada ser humano único e irrepetible que fue creado a imagen y semejanza del Padre", aseguró.

"La Iglesia no es derecha versus izquierda"

El reconocido escritor y evangelizador católico Jesse Romero subrayó que "la Iglesia no es derecha versus izquierda, la Iglesia es lo correcto versus el error. La Iglesia no está guiada por temas políticos, la Iglesia está guiada por la Verdad que es una persona".

Romero recordó que "el aborto y el matrimonio homosexual son considerados temas no negociables para los católicos, y la Iglesia llama a estas acciones intrínsecamente malas".

"Los progresistas en la Iglesia, que son teológicamente relativistas, no ven las enseñanzas perennes de la Iglesia en estos temas", advirtió.

Para Romero, ante las elecciones "como católicos estamos llamados a ser votantes de valores, primero y antes que nada".

"No podemos poner temas secundarios tales como la reforma del bienestar, la asistencia de vivienda del gobierno, la reforma migratoria, el medio ambiente, el calentamiento global, etc., antes que nuestros valores. Esto es votar como Judas Iscariote que vendió sus valores por 30 monedas de plata del gobierno. El tema de la vida humana es primero".

Además, el evangelizador católico recordó que el Papa Francisco "dice que es 'terrible' que a los niños se les enseñe que pueden escoger su propio género. 'Dios ha creado al hombre y la mujer, Dios ha creado el mundo así, así, así…y nosotros hacemos lo contrario', dijo el Papa Francisco".

Romero subrayó que "la agenda LGBT va contra la ley natural, va contra la ley divina y el Catecismo también enseña directamente contra este desorden".

"La fe católica es solo una"

Por su parte Lucía Báez Luzondo, doctora en Leyes, directora ejecutiva del Ministerio Renovación Familiar y conductora de radio y televisión en EWTN nacida en San Juan de Puerto Rico, aseguró que "la fe católica es solo una, con afirmaciones de fe y una doctrina que es evidente, clara e invariable. Una fe basada en la Palabra de Dios, el Magisterio de la Iglesia y la Tradición, que está claramente expuesta en el Catecismo de la Iglesia Católica".

"Nuestra Iglesia y la fe que en ella profesamos no es como un restaurante estilo bufé, donde vamos a cenar, pero cada comensal escoge qué comidas va a comer y las coloca en su plato a su gusto y preferencia, escogiendo algunas opciones y rechazando otros", dijo.

"Nuestra fe es una integridad, y cuando asumimos por decisión de la voluntad el profesar y practicar nuestra fe, nos comprometemos a cumplirla cabalmente, incluyendo toda su doctrina, creencias de fe, y decretos. No escogiendo unos y rechazando otros", añadió.

Báez Luzondo subrayó además que "el matrimonio entre personas del mismo sexo está también claramente condenado por nuestra fe" y que "los hijos que nacen del matrimonio tienen el derecho inalienable de tener un papá y una mamá, lo cual es esencial para el desarrollo pleno y sano de la persona humana".

Para Báez Luzondo, un católico "practicante" es alguien "que no solo crea, sino que apoye y haga vida las creencias y la sana doctrina de nuestra fe. Un católico practicante atiende, celebra y se avala de los Sacramentos según la ley de la Iglesia, y que vive una vida congruente con esas creencias, dando así un ejemplo y testimonio de vida que sea el reflejo del Dios uno y Trino. Un católico practicante y auténtico no pone en duda los fundamentos y la doctrina de nuestra fe y mucho menos pretende aceptar y practicar aquellas provisiones de nuestra fe y doctrina que les agraden o acomoden".

"Se han infiltrado ideologías seglares contrarias a la fe"

Astrid Bennett Gutiérrez, directora de The VIDA Initiative, también rechazó la idea de un catolicismo progresista a favor del aborto y de la agenda LGTB: "el catolicísimo solo es uno, y su magisterio es solo uno".

Sin embargo, lamentó, "muy pocos católicos desde los años sesenta hasta el día de hoy tienen la oportunidad de tener una sólida formación en la fe. Yo fui uno de esos católicos y comprendo bien a las personas que entrevistan en el artículo. Es una tragedia que no hayan podido ver el tesoro de la verdad en Cristo que nos libera y nos hace realmente felices y plenos".

La directora de THE VIDA Initiative indicó además "lamentablemente se han infiltrado ideologías seglares contrarias a la fe, dentro de algunas comunidades católicas, como lo son los organizadores comunitarios que suelen ser grupos con raíces marxistas (anti-Dios y anti-familia) que tienen décadas colaborando dentro de la iglesia".

"La diversidad de la iglesia no radica en contraponer la verdad de Jesucristo y su Evangelio con las falsas soluciones del mundo como lo son el socialismo o el feminismo radical que promueve el aborto, si no en invitar a toda la humanidad a ser una nueva creación en Jesucristo y seguir las enseñanzas de su iglesia", dijo.

Bennett Gutiérrez subrayó que "el católico no puede ni debe separar su fe de cada decisión que tome ni postura que adopte. Cuando un católico abraza una posición a favor del aborto o de la unión entre dos personas del mismo sexo, es casi seguro que nunca han oído una explicación de por qué la iglesia se pronuncia en contra, y que al estar en contra, qué es lo que la Iglesia promueve y defiende".

"En nuestras familias de tradición católica amamos la vida y la familia"

Blanca Primm, directora de la Oficina del Apostolado Hispano de la Diócesis de Knoxville, subrayó que "la diversidad de la comunidad católica hispana no implica el tener que abrazar una 'agenda progresista'", pues "en nuestras familias de tradición católica amamos la vida y la familia".

"Tenemos enraizado en nuestro corazón la verdad a la que nos llama Dios a ser fieles. Sin embargo, es lamentable que nuestro alejamiento de esta verdad fundamental y la influencia de una mala entendida libertad nos lleven a poner nuestros intereses personales y políticos antes que estas opciones fundamentales", expresó.

"De ninguna manera el abrazar la diversidad de la Iglesia significa que las culturas puedan desmantelar las verdades de fe. Si esas culturas son realmente fieles abrazarán la totalidad de la doctrina católica", añadió.

Primm destacó que "algo muy importante en un católico que se considera practicante es que uno reconozca su necesidad de Dios y de su gracia para luchar con las tentaciones del mundo, acudiendo a los sacramentos y a la dirección espiritual", así como "tener una creciente vida de oración y conocimiento de la Palabra para aplicarla en su vida con coherencia".

Además, dijo, "así como estamos llamados a proteger la vida humana, la familia, el matrimonio, que son aspectos fundamentales, hay otros aspectos de la dignidad humana que como católicos también estamos llamados a proteger y defender, como los derechos de los inmigrantes, los marginados, y los que no tienen voz".

Blanca Primm dijo además que "no podría concebir la vivencia de la fe y de la doctrina católica por un lado y el apoyo a que las mujeres puedan elegir abortar o no. Aquí hay una violación de los derechos de las futuras mujeres y hombres por nacer".

"Tampoco considero que quien quiera ser un católico coherente pueda apoyar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo o alentar la adopción por parte de parejas gay", señaló.

La Iglesia Católica es la "más diversa del mundo"

Por su parte, Ligia De Jesús Castaldi, maestra de Leyes por la Universidad de Harvard y profesora de la Ave Maria School of Law de Estados Unidos, subrayó que "el aborto y el matrimonio homosexual son prácticas manifiestamente contrarias a la enseñanza moral de la Iglesia Católica sobre la persona por nacer y el plan de Dios para el matrimonio".

Castaldi destacó que "la Iglesia Católica es la iglesia más diversa del mundo y tiene una verdadera naturaleza universal, ya que ha unido a personas de las más diversas etnias, idiomas, culturas, estatus social o económico a través de la historia, alrededor de todos los continentes".

"La actual ideología de género, por el contrario, propone crear divisiones entre los seres humanos de acuerdo a su género y preferencias sexuales, y se opone a una verdadera diversidad de ideas, pues no tolera los puntos de vista religiosos sobre la sexualidad humana", señaló.

La jurista hispana indicó además que "la Iglesia Católica tiene una inequívoca doctrina provida", aunque advirtió que "hay algunos católicos que desearían lo contrario, e intentan conformar la doctrina de la Iglesia a sus propias opiniones o simpatías ideológicas".

"Afortunadamente, la Iglesia no funciona así, y mientras el Papa siga afirmando la enseñanza sobre aborto y al matrimonio homosexual, los católicos que opinen a favor de ellos serán incapaces de cambiar la enseñanza de la Iglesia en estos aspectos", dijo.