Un representante del Vaticano indicó a las Naciones Unidas que es inmoral el uso de armas nucleares como disuasión y pidió un "progreso genuino" hacia el desarme nuclear completo.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Mons. Gabriele Caccia, señaló este 19 de octubre en el primer debate general del comité de la ONU en Nueva York que "buscar seguridad a través de las armas ... solo nos hace cada vez más inseguros".
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"Las doctrinas estratégicas de los Estados Poseedores de Armas Nucleares han contribuido a fomentar este clima de miedo, desconfianza y hostilidad que aflige al mundo de hoy", lamentó.
Mons. Caccia subrayó que el desarme completo debe comenzar "con una renuncia a las estrategias de defensa que desdibujan la distinción entre armas nucleares y convencionales".
"Si es inmoral amenazar con usar armas nucleares con fines de disuasión, es aún peor pretender usarlas como un instrumento más de guerra, como proponen algunas doctrinas nucleares", resaltó el Prelado al citar el discurso del Papa Francisco en 2017.
Actualmente hay nueve países en posesión de ojivas nucleares: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.
La Federación de Científicos Estadounidenses (FAS), señaló que, entre estos países, Estados Unidos, Rusia y el Reino Unido han venido reduciendo sus inventarios nucleares, mientras que China, Pakistán, India y Corea del Norte están ampliando sus arsenales.
Si bien la cantidad de armas nucleares en el mundo ha disminuido significativamente desde su máximo estimado de más de 70 mil en 1986, la FAS informó que había aproximadamente 13.410 ojivas en el mundo a principios de 2020.
Mons. Caccia pidió a todos los estados que poseen armas nucleares que hagan "una promesa de No-First-Use", que mostraría el compromiso de los países a no usar estas armas mientras no sean atacados primero.
Además, alabó el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) de 2017 por brindar "pleno reconocimiento a las enormes consecuencias humanitarias que se derivarían de un conflicto en el que se usaran armas nucleares".
"Mientras esperamos el día de la entrada en vigor del TPNW, es imperativo seguir alentando, mediante una actividad diplomática concertada, la participación de todos los Estados poseedores de armas nucleares en las negociaciones para establecer topes, si no reducciones, con respecto a sus armas nucleares", agregó.
Mons. Caccia citó al Santo Padre y señaló que el verdadero progreso hacia el "desarme general y completo debería liberar recursos muy necesarios 'que pueden usarse para beneficiar el desarrollo integral de los pueblos y proteger el medio ambiente'".
"La Santa Sede pide renovar la consideración de establecer 'un Fondo Mundial', como lo instó por primera vez el Papa Pablo VI, para ayudar a los pueblos más empobrecidos con un porcentaje de los gastos militares: una expresión contemporánea y muy necesaria de 'convertir espadas en arados y lanzas en podaderas'", añadió.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.