Luego de los ataques perpetrados a la iglesia San Francisco de Borja y la parroquia de La Asunción en Santiago de Chile, el Arzobispo del lugar, Mons. Celestino Aós, exigió respeto hacia los católicos.
Durante la tarde del 18 de octubre, en medio de las manifestaciones con motivo del primer año del estallido social en Chile, ambas iglesias fueron saqueadas, destruidas, pintadas en su interior y quemadas por completo.
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En el caso de la iglesia de la Asunción, el incendio provocó la caída de su torre, lo cual fue celebrado por los atacantes. Sucedió lo mismo, cuando otro sujeto derribó la imagen de la "Virgen María puerta del cielo" en el frontis de la iglesia San Francisco de Borja.
Los atacantes subieron a las redes sociales videos y fotos de los destrozos, mientras otros posaban con las imágenes religiosas destruidas.
Queman la Iglesia de la Asunción de Chile.
- Universitarios Católicos † (@univ_catolicos) October 19, 2020
Construiremos todo lo que destruyáis. Siempre con la cabeza alta y paso firme, sin miedo a nadie. Os plantaremos cara. pic.twitter.com/Fvi6Fh21S1
Golpe a la historia
- MARIANO NIN (@MARIANONIN1) October 19, 2020
En Chile quemaron iglesias. Más allá de las religiones, de la izquierda y la derecha, es un golpe a la historia. La Iglesia de la Asunción, en Santiago, tenía 150 años.
No es una protesta, es vandalismo. No es hartazgo, es criminalidad. No es lucha, es locura pic.twitter.com/OSEnUGeSJQ
La parroquia de La Asunción ya había sido atacada en noviembre de 2019, mientras que la iglesia de San Francisco de Borja lo fue en enero de este año. Ambas están cerca a la Plaza Italia, lugar donde se concentran los manifestantes.
"Nosotros queremos un Chile donde reine la paz, donde se pueda convivir, donde se reciba el respeto. Nosotros queremos respetar y queremos que nos respeten, no queremos ni ser ciudadanos con privilegios, ni ciudadanos tampoco de segunda categoría, que el respeto esté en todas partes", sostuvo el Arzobispo.
Los ataques "afectan el alma de los chilenos, el alma de los católicos", agregó.
Respecto al próximo plebiscito constitucional del 25 de octubre, Mons. Aós manifestó su esperanza que pueda realizarse con "tranquilidad y que todo el proceso para construir y renovar este Chile sea un proceso de paz".
En ese sentido, alentó para que todos se comprometan a ser "hacedores de la paz, que usted y yo podamos ser agentes de paz y de cariño y de saludo a estas comunidades que están sufriendo".
Obispo Castrense condena la violencia
A su turno, el Obispo Castrense de Chile, Mons. Santiago Silva, rechazó la violencia "que destruye la construcción de una sociedad más justa, respetuosa y fraterna".
"Rechazamos categóricamente la violencia de grupos que no respetan a las personas ni su derecho a manifestarse en paz", "con la misma energía rechazamos las acciones vandálicas contra todo lo que las personas necesitan para su subsistencia, para vivir en sociedad y para expresar su fe y su amor a Dios", dijo Mons. Silva.
En ese sentido, el Obispo Castrense condenó la violencia "que destruye la construcción de una sociedad más justa, respetuosa y fraterna" y especialmente en la parroquia San Francisco de Borja, "lugar de culto donde se reunía la comunidad cristiana a compartir su fe y la oración, a celebrar los sacramentos y a realizar acciones de servicio en beneficio de otros".
Así quedó la iglesia San Francisco de Borja tras los ataques del 18 de octubre. Oramos por Chile y su vocación de entendimiento. pic.twitter.com/WRvUzFlxx6
- Giselle Vargas ن (@Giselle_VN) October 19, 2020
"A él acudían muchos buscando al Señor como fuente de paz, guía para su caminar, fortaleza en medio de las dificultades. El templo ya había sido saqueado e incendiado en enero del presente año, luego del inicio de la crisis social, y lo que quedó, ayer lo volvieron a profanar", precisó el Obispo en relación a un anterior ataque de similares características ocurrido el 3 de enero de este año.
El Prelado y los capellanes del Obispado Castrense manifestaron su "cercanía humana y espiritual a Carabineros de Chile y sus familias", cuyos servicios religiosos se realizan en la iglesia San Francisco de Borja, así como a los vecinos del sector "que durante años han celebrado su fe y sus sacramentos en la Iglesia institucional".
"Les invito a mantener la fe, la esperanza y el amor en Dios. Este grupo de violentistas que han quemado el templo no destruirá nuestra fe, que es la fe de la Iglesia en cuanto comunidad del Señor resucitado que con la entrega de su vida venció la maldad y la violencia", expresó Mons. Silva.