La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) llamó a las autoridades gubernamentales y a las instituciones a sostener un auténtico diálogo social con los representantes de la "minga indígena" que llegó ayer a Bogotá, y pidió evitar cualquier acto de violencia.
Más de siete mil participantes de la llamada "Minga indígena nacional por la defensa de la vida, del territorio y la paz" llegaron ayer a la capital colombiana y se instalaron en el Palacio de los Deportes en Bogotá, donde se quedarán algunos días a la espera de una posible reunión con el presidente Iván Duque.
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"Promovamos que se lleve a cabo, en este contexto, un auténtico diálogo social, que, como lo ha dicho el Papa Francisco en su Encíclica Fratelli Tutti, 'es el camino más adecuado para llegar a reconocer aquello que debe ser siempre afirmado y respetado, y que está más allá del consenso circunstancial'", indicaron los obispos en un comunicado con fecha 18 de octubre.
Asimismo pidieron que "se defienda la determinación de los participantes en la Minga para que las marchas y manifestaciones se realicen en forma pacífica, evitando que se desvíen sus legítimos propósitos o que degeneren en hechos de violencia".
Los indígenas que hacen parte de la Minga provienen de departamentos del sur de Colombia como Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Putumayo. En su recorrido se sumaron más personas.
Según informa Semana, la protesta de la Minga se refiere a cuatro aspectos: la defensa de la vida ante las masacres de líderes sociales, el derecho al territorio, la democracia y los acuerdos de paz. También quieren discutir con el presidente el manejo de la pandemia del coronavirus.
"Los pueblos indígenas, los campesinos y la sociedad civil estamos en un riesgo inminente a raíz de las amenazas, el confinamiento, los asesinatos, los desplazamientos. Nos pusieron tapabocas para callarnos", señala un integrante de la Minga.
Martha Peralta Epieyú, presidenta nacional del Movimiento Alternativo Indígena y Social MAIS, el significado de la Minga "se deriva del conocimiento que tenían los aborígenes sobre el trabajo compartido para el bien común".
La ministra del Interior, Alicia Arango, dijo que el Gobierno no ha dejado de cumplir lo pactado y no han dejado de escuchar a las comunidades. "Es muy importante que Colombia sepa que esta minga no es una minga reivindicativa, es una minga de carácter político, porque el Gobierno ha hecho grandes esfuerzos por cumplir lo pactado durante este Gobierno y Gobiernos anteriores que no se había cumplido", explicó.
Los obispos de Colombia también animaron a acercarse "a los rostros de indígenas y afrocolombianos, quienes, en muchas ocasiones, no son tratados con dignidad e igualdad de condiciones, y no siempre han encontrado espacios para expresar la riqueza de su cultura y la sabiduría de su identidad".
Asimismo pidieron un compromiso para crear "conciencia social acerca de la realidad de los pueblos indígenas y sus innumerables valores, impulsemos el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos, y los acompañemos especialmente en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa de sus territorios, el acceso a la educación intercultural y el ejercicio de sus derechos ciudadanos".
Finalmente alentaron a reafirmar "la necesidad de crear entre los colombianos una verdadera cultura del encuentro fraterno que nos permita abrirnos a los hermanos, descubrir la riqueza de la diversidad, sanar heridas, tender puentes y abrir caminos para la convivencia en la justicia y en el bien común".