La imagen del Señor de los Milagros, de profunda y antigua devoción en el Perú, recorrerá las calles de la Arquidiócesis Metropolitana de Piura este 18 de octubre.
La Arquidiócesis de Piura anunció este 17 de octubre "con inmensa alegría" que "la Sagrada Imagen del 'Señor de los Milagros' saldrá a recorrer las calles de nuestra Ciudad mañana domingo 18 de octubre de 12:00m a 2:00pm, para derramar a su paso sus bendiciones y amor".
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Este recorrido, subrayó, tiene la autorización de las autoridades y contará con "el resguardo de nuestra Policía Nacional, y con el apoyo de la 'Hermandad del Señor de los Milagros de Piura'".
"Los piuranos podremos vivir un momento único, cuando el 'Señor de los Milagros' recorra sobre un vehículo (nazareno móvil) las principales calles y avenidas de nuestra ciudad. Es importante señalar que serán los lienzos del 'Señor de los Milagros' y de la 'Virgen de la Nube' los que saldrán en esta oportunidad", indicó.
Este año, a causa de la pandemia de coronavirus COVID-19, se han cancelado muchas peregrinaciones y masivas expresiones de piedad popular.
La Hermandad del Señor de los Milagros en Perú anunció que la imagen del Señor de los Milagros no saldría este año en procesión en Lima, e indicó que las actividades se realizarían de forma virtual. Será la primera vez desde la Guerra del Pacífico, hace más de 110 años, que la venerada imagen no recorra las calles de la capital peruana.
La Arquidiócesis Metropolitana de Piura alentó a los fieles que vivan "en las cercanías a la ruta que seguirá el nazareno móvil, a que se asomen a las puertas, ventanas, balcones y techos de sus viviendas para ver pasar al Señor y recibir su bendición".
Al mismo tiempo, recordó a los devotos que "se deben respetar todas las medidas de distanciamiento y bioseguridad necesarias, evitando salir de sus domicilios y acercarse a la Sagrada Imagen durante el recorrido".
También invitó a seguir el recorrido de la imagen del Señor de los Milagros a través de la página de Facebook del Arzobispado de Piura.
"No olvidemos que esta hermosa devoción al 'Señor de los Milagros' nos debe de llevar a experimentar la cercanía y la ternura de Dios en medio de la muerte, el dolor, la soledad, y la incertidumbre de la hora actual. Con este recorrido, el Señor nos anima a mantener viva la esperanza y la alegría que brota de saber que Él no nos abandona, que Él siempre está a nuestro lado y que nunca deja de amarnos", expresó la Arquidiócesis peruana.
La historia del Señor de los Milagros
Conocido también como el Cristo de Pachacamilla, Cristo Morado, Cristo de las Maravillas, Cristo Moreno o Señor de los Temblores, el Señor de los Milagros es una imagen de Jesús pintada en una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de las Nazarenas en Lima.
La historia cuenta que a mediados del siglo XVII los negros traídos de Angola formaron la cofradía de Pachacamilla y levantaron una edificación. En una de sus paredes un miembro de la cofradía pintó la imagen de Cristo en la cruz.
El 13 de noviembre de 1655 un fuerte terremoto sacudió Lima y Callao, haciendo caer muchos edificios y cobrando la vida de miles de personas. Todas las paredes de la cofradía de los angoleños se cayeron, pero el muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie, lo que fue considerado un milagro.
Desde entonces el lugar se convirtió en un destino de los peregrinos. Sin embargo poco a poco el culto dio paso a otro tipo de manifestaciones profanas, lo que originó que las autoridades ordenaran borrar el Cristo y clausurar el espacio.
En septiembre de 1671 se intentó borrar la imagen pero ninguno de las tres personas encargadas pudo hacerlo al estar frente a la imagen. Finalmente y ante la insistencia de los fieles, se decidió autorizar el culto.
El culto siguió extendiéndose y ha llegado hasta nuestros días, con celebraciones en muchos países. La fiesta del Señor de los Milagros se celebra el 28 de octubre de cada año, pero su devoción se extiende a todo octubre, que es conocido como "mes morado" por el tradicional color penitencial que acompaña la festividad.
Una réplica de la imagen original, que se conserva al interior del Santuario de las Nazarenas, es la que tradicionalmente sale en procesión cada año.
