Como un "triunfo significativo" fue calificado el rechazo en la Cámara de Diputados de Chile del proyecto de ley de educación sexual que incluía la agenda de género en la enseñanza.
El 15 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó la votación en general por 71 votos, 65 en contra y dos abstenciones; sin embargo, la votación de los artículos 1, 2, 3, 4 y 7 del proyecto que tienen que ver con materia constitucional, no alcanzó el quórum requerido de 89 votos.
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Con ello, el proyecto fue rechazado sin posibilidad de legislar en el plazo de un año.
Pamela Pizarro, directora ejecutiva de Cuide Chile, dijo a ACI Prensa que este "triunfo es significativo para el país porque la agenda de género ha avanzado muy rápido". Las leyes de identidad de género y de aborto bajo tres causales "son temas que siempre se han tratado de imponer en la educación".
Todas estas organizaciones progresistas e internacionales buscan "implementar en forma legal toda esta agenda de género", pero con este rechazo "se defendió a la familia, la libertad de enseñanza y el derecho preferente de educar a sus hijos", que ya son amparados por la constitución.
"Pero sobre todo, protegimos la inocencia de los niños. El proyecto buscaba hipersexualizar a los niños desde los dos años y medio en adelante", advirtió Pizarro.
La representante de Cuide Chile insistió en que "los padres son los primeros educadores" y es un deber y derecho constitucional y natural de ellos "cuidar educar y finalmente, proteger a los hijos", afirmó Pizarro.
En tanto, el abogado de Comunidad y Justicia, Vicente Hargous, precisó que en esta votación se rechazaron los artículos de quórum más alto, que eran los más esenciales al proyecto, motivo por el cual lo demás, que es accesorio, se entiende por rechazado".
Hargous aseguró que "sin duda este rechazo es un triunfo", pero "hay muchos proyectos que aún se discuten en el Congreso que tocan temas relacionados con la infancia y con el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos".
"Quienes promueven estos proyectos, muchas veces escudándose en los derechos de los niños, terminan atentando contra la familia y el rol educador de los padres", advirtió a ACI Prensa.
La redacción del proyecto contemplaba la afectividad, el autocuidado, el autoconocimiento y la prevención del abuso sexual infantil desde el primer nivel de educación parvularia hasta cuarto año de educación básica.
En una charla entregada por la asesora legislativa de Comunidad y Justicia, Daniela Constantino, la preocupación de este articulado recae en la palabra "autoconocimiento", que induciría a la masturbación, tal como se ha experimentado en algunos casos fuera del país.
El texto también presentaba los contendidos que debían abordarse desde el quinto año de educación básica en adelante como son los aspectos biológicos, socioculturales y psicosociales de la sexualidad; prevención en enfermedades de transmisión sexual; embarazo adolescente; abuso sexual; violencia y maltrato; métodos anticonceptivos; y el respeto por la diversidad y la no discriminación respecto de la orientación sexual e identidad de género.
Otra de las preocupaciones planteadas por la abogada es que el proyecto entregaba al sostenedor del establecimiento educacional la posibilidad de fijar el contenido de cada programa, pero sin contravenir lo establecido en el proyecto de ley y, de cometer infracciones a esas disposiciones, estas podrían ser denunciadas ante la Superintendencia de Educación.
De otro lado, el texto explicaba que se debe "considerar" la opinión de padres y apoderados en el diseño de los programas, así como el establecimiento debería poner a disposición el material para el "conocimiento" de los padres.
Para Constantino en todo el proyecto de ley "se mencionan los derechos pero no establecen los mecanismos para garantizarlos", lo que conlleva a una grave trasgresión de la "libertad de enseñanza y el derecho de educación preferente de los padres".
La abogada también comentó que en un momento el texto planteó la posibilidad de que los padres acudieran a un "pin parental" que permitiría consentir o rechazar las clases de educación sexual para sus hijos, pero esa indicación fue rechazada por la comisión de Educación.