En el marco de los 42 años de la elección de Karol Wojtyla como pontífice, el Arzobispo de Cracovia y exsecretario personal de San Juan Pablo II, Cardenal Stanislaw Dziwisz, señaló que las enseñanzas del Papa polaco se adelantaron a su tiempo y resaltó su visión sobre la familia, los jóvenes y la solidaridad.
El 16 de octubre de 1978 el Cardenal Karol Wojtyla fue elegido como Sucesor de Pedro, hecho que marcó la historia al convertirse en el primer papa no italiano en más de 400 años. Su pontificado duró 26 años, en los que realizó 250 viajes, 104 fuera de Italia y 146 dentro del país europeo; por lo que fue conocido como el Papa peregrino.
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En un artículo escrito por el Cardenal Dziwisz con ocasión de este aniversario, el Purpurado recordó que San Juan Pablo II fue a menudo acusado "de no comprender el presente y de no mantenerse al día con el mundo".
"Si bien se valoró su papel en el derrocamiento del comunismo, se pensaba que no sabía orientarse en tiempos de democracia y pluralismo, en el ágora global de las ideas", agregó.
El Purpurado subrayó que esta idea era errónea, y que más de quince años luego de la muerte del Papa peregrino, "podemos ver con qué profundidad analizó la realidad y con qué precisión fue capaz de predecir los problemas que ahora afrontamos".
"Los acontecimientos posteriores demostraron que Juan Pablo II tenía razón; no sólo había diagnosticado con precisión los males que azotan al mundo occidental, sino que también pudo indicar su remedio", señaló.
El Cardenal Dziwisz indicó que San Juan Pablo II acertó cuando señalaba que el futuro del mundo se jugaría "no en los campos de batalla sino sobre todo en el seno de las familias", donde elevó los "estudios sobre el fenómeno de la familia a la categoría de ciencia académica".
"La teología del cuerpo desarrollada por él se ha convertido en una respuesta profunda, integral y probada a la crisis de identidad que se observa actualmente en el ámbito del género y la sexualidad humanos", agregó.
Además, indicó que el Santo Padre fue el "primer líder mundial que reconoció a los jóvenes como un grupo social separado", a los que les dirigió un mensaje exclusivo, durante las Jornadas Mundiales de la Juventud que creó en su pontificado y sus peregrinaciones por todo el mundo.
"Ayudó a toda una generación con padres ausentes y sin maestros de vida a crecer, señalando la verdadera esencia de la madurez: descubrir la identidad, la vocación, el significado y el objetivo de la vida", señaló.
El Cardenal Dziwisz resaltó que en un tiempo de "progresiva atomización y anomia de la vida social", San Juan Pablo II vio la solidaridad como principio de la vida colectiva y como "equivalente social del amor".
El Purpurado señaló que Karol Wojtyla basó su actitud hacia el mundo en el "personalismo", que "desarrolló a partir de la construcción de la vida principalmente en las relaciones personales, primero con la persona de Dios mismo y luego con otras personas".
"Desde esta perspectiva, Juan Pablo II evaluó los diferentes sistemas sociales y económicos, mirando para ver si reducían a la persona humana al papel de productor o consumidor", agregó.
El Cardenal Dziwisz recordó que las palabras de San Juan Pablo II en el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia (Polonia) en 2002 son vigentes hasta el día de hoy.
"Donde no se respeta la vida y la dignidad del hombre se necesita el amor misericordioso de Dios, a cuya luz se manifiesta el inexpresable valor de todo ser humano. Se necesita la misericordia para hacer que toda injusticia en el mundo termine en el resplandor de la verdad", concluyó citando las palabras del Papa.
San Juan Pablo II se destacó en su pontificado por ser cercano a los fieles y por su incansable espíritu misionero, que lo llevó a realizar 104 viajes apostólicos fuera de Italia, donde siempre besó el suelo del país al que llegaba, como gesto de humildad y de cariño a la tierra que lo recibía.
El Papa Peregrino es recordado por la frase "¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!", que pronunció en la Misa de inicio de su pontificado, y por su devoción a la Virgen María, a quién confió su misión como Sucesor de Pedro.
En su saludo a los peregrinos polacos por los 100 años del nacimiento de San Juan Pablo II, celebrado este 2020, el Papa Francisco recordó que Karol Wojtyla, al elegir el lema episcopal "Totus tuus" (Todo tuyo), "nos enseñó también que en los momentos difíciles debemos recurrir a la Madre de Dios, que puede ayudarnos e interceder por nosotros".
San Juan Pablo II también mostró su agradecimiento a la Virgen de Fátima a la que atribuye "la salvación de mi vida y el restablecimiento de mi salud", luego del atentado del 13 de mayo, donde fue herido gravemente de bala por los disparos del turco Alí Agca.
En 1984, el Papa Wojtyla formalizó su devoción y agradecimiento a la Virgen, donando al santuario de Fátima la bala que le extrajeron y que fue engarzada en la aureola de la corona de la imagen.
El Papa polaco falleció el 2 de abril de 2005. Fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011 y canonizado por el Papa Francisco el 27 de abril de 2014.