El Secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), P. Juan Antonio Martínez, señaló en declaraciones a un medio informativo que alguna vez “se pensó que la pretendida revolución sexual iba a remediar el problema de la violencia doméstica y no ha sido así”.
El P. Martínez denunció que ciertos sectores descontextualizaron las declaraciones del Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia de la CEE, el representante episcopal reconoció que “la violencia doméstica es anterior a la revolución sexual”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Sin embargo, insistió en que “la revolución sexual no ha mejorado las cosas” porque “ahí está la violencia doméstica” y eso lo que dice “el Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España”.
“Los ideólogos de la revolución sexual llevan sesenta años prometiendo que, cuando desaparezcan las supuestas represiones de la tradición cristiana y occidental, íbamos a vivir una sociedad de personas desinhibidas, libres, amorosas que iban a respetar a los demás –puntualizó-. ¿Dónde están los frutos de esa promesa? Eso es lo que decimos”.
En declaraciones a la cadena COPE, insistió en que la Iglesia Católica no considera “positiva” una revolución sexual que ha consistido en “amor libre de compromiso, libre de fidelidad, libre de compromiso matrimonial, de fraternidad, de conyugalidad, el amor concebido como un objeto de usar y tirar y de buscar una pareja hoy y otra mañana”.
Después de calificar la postura de la Conferencia Episcopal de “comprensiva”, indicó que “en la Iglesia no hay una postura obsesionada en estas cuestiones”. Agregó, sin embargo, que seguirá ofreciendo sus argumentos sobre las consecuencias del llamado ‘amor libre’ “con paciencia y tesón”, puesto que existe un “gravísimo” problema de formación al respecto.
Al mismo tiempo, en declaraciones a Europa Press, el concejal socialista de Madrid Pedro Zerolo desafió a la Iglesia y reclamó “una reacción popular contra los planteamientos de los obispos, y en especial de las mujeres, católicas o no, de los curas gays y de las monjas lesbianas, porque lo expuesto en ese Directorio atenta contra la libertad religiosa o sexual de todas las personas, y además es machista, homófobo, clasista, partidista y misógino. Lo que dicen va contra natura”.
El Padre Martínez señaló que “se entiende que haya gente que no comparte el mensaje de la Iglesia, pero decir que sólo se hable en los púlpitos y en la parroquias recuerda a concepciones religiosas de regímenes autoritarios. La Iglesia tiene derecho a expresarse como toda la sociedad, sin trabas ni limitaciones”.
Religión en la escuela
Al responder a aquellos que, aprovechando la coyuntura de desinformación y manipulación de declaraciones, han vuelto a reclamar la supresión de la clase de religión en las escuelas públicas de España, el vocero de los obispos dijo que “les pese o no a los laicistas y propagadores del ateismo” existe una “inmensa mayoría” que se mueve “con esperanza de sentimientos religiosos”.
“La clase de religión no es un privilegio, es un derecho constitucional de los padres. El 80 por ciento de los padres de las escuelas públicas quiere que sus hijos conozcan algo de la Iglesia Católica”, declaró. “La Ley establece que lo pueden hacer, es decir, que haya profesores católicos que enseñen religión desde una perspectiva católica. Pero no se obliga a nadie”, precisó el sacerdote.
Por su parte, la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (CONCAPA) salió en defensa de los obispos y acusó a la “izquierda” de querer “imponer el laicismo en la escuela pública como religión exclusiva”.