Marcos Pontes es el primer astronauta brasileño en haber viajado al espacio en el 2006, acompañado por una imagen de Nuestra Señora Aparecida.

En esta misión de 10 días, Marcos solo podía llevar consigo un kilo de equipaje. Entre sus objetos había fotos de su familia, un MP3 con música, y como no podía faltar en este viaje, agregó un broche de Nuestra Señora con un rosario a su alrededor.

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En el 2009, al participar de la fiesta de la patrona de Brasil en el Santuario Nacional de Aparecida, Marcos contó que al tener consigo la imagen de Nuestra Señora en el espacio sintió “una sensación de seguridad, es algo que trasciende el cuerpo”.

Esta devoción mariana fue heredada de su madre Zuleica, quien la cultivó con oraciones y visitando el Santuario Nacional. Ella fue también la gran motivadora del sueño de Pontes de ser astronauta.

Este recuerdo materno lo acompañó cuando miró la Tierra desde el espacio y recordó los ojos azules de doña Zuleica, fallecida en 2002, y cómo logró realizar su sueño motivado por ella.

Marcos Pontes contó que la experiencia de ver el planeta ha tenido un gran significado para su fe. “Para mí, ir al espacio, ver el planeta desde la cima, imaginar lo que somos, eso aumentó mucho mi relación con Dios”, dijo en el santuario en 2009.

Actualmente, el broche de Nuestra Señora Aparecida que visitó el espacio está expuesto en la sala de las promesas del Santuario Nacional, junto con una carta que Pontes escribió durante su viaje.

Siempre que puede, Marcos va al Santuario de Aparecida para agradecer a la Virgen.

En 2016, cuando fue inaugurado el Museo de Cera del Santuario, entre las varias estatuas, estaba la del astronauta Marcos Pontes, que agradeció este homenaje.

Traducido y adaptado por Liliana Montes. Publicado originalmente en ACI Digital.