Esta mañana Carlo Acutis fue proclamado beato en una Misa en la que sus padres, Antonia Salzano y Andrea Acutis, acompañaron en procesión el hermoso relicario con el corazón de su hijo, y que fue colocado cerca del altar.
Durante la ceremonia realizada en la Basílica de San Francisco de Asís, el celebrante, el Cardenal Agostino Vallini, esparció incienso y veneró la reliquia, a la vez que el coro y la asamblea daban gracias a Dios con el canto un himno compuesto en honor al Beato.
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Crédito: Diócesis de Assisi-Nocera-Gualdo
El relicario lleva inscrito el nombre del beato en la parte baja, mientras que en la parte superior dice: "Eucaristia la mia autostrada per il cielo" (Eucaristía mi autopista al cielo), una de las frases que Carlo solía repetir.
El corazón de Acutis se resguarda en la Basílica de San Francisco en Asís (Italia). Su madre dijo que la familia había querido donar sus órganos cuando murió, pero no pudo hacerlo debido a la leucemia. "Sin embargo y en una bella paradoja, el corazón quedó perfecto y estará en una custodia en la Basílica papal de San Francisco de Asís", dijo en una entrevista reciente al diario italiano Corriere della Sera.
En una homilía de 1 de octubre, el Obispo de Asís, Mons. Domenico Sorrentino, pronunció que "el corazón de Carlo ardía por la Eucaristía".
Crédito: Diócesis de Assisi-Nocera-Gualdo
Las reliquias son objetos físicos que tienen una asociación directa con los santos o con Cristo. Reliquia significa "fragmento" o "remanente de una cosa que fue, pero que ahora ya no es.
La veneración de las reliquias se remonta al siglo II cuando los cristianos recuperaban los restos de los mártires, quienes habían sido discípulos fieles de Cristo.