El Papa Francisco pidió a los cristianos y a todas las personas de buena voluntad luchar por la abolición de la pena de muerte y por la mejora las condiciones carcelarias.
Así lo indicó el Santo Padre este 10 de octubre a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es en el cual destacó también la importancia del respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad", escribió el Papa.
Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad
- Papa Francisco (@Pontifex_es) October 10, 2020
En 2018 el Papa Francisco modificó el Catecismo de la Iglesia Católica y advirtió que "la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que 'la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona` y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo".
En febrero de 2019, el Santo Padre envió un video mensaje en el que explicó que "la Iglesia siempre ha defendido la vida, y su visión sobre la pena de muerte ha madurado", por este motivo modificó el Catecismo de la Iglesia Católica en este punto.
"Por mucho tiempo se tuvo en cuenta la pena de muerte como una respuesta adecuada a la gravedad de algunos delitos y también para tutelar el bien común. Sin embargo, la dignidad de la persona no se pierde aún cuando haya cometido el peor de los crímenes. A nadie se le puede quitar la vida y privarlo de la oportunidad de poder abrazar de nuevo la comunidad a la que hirió e hizo sufrir", indicó el Papa.