Con motivo de los 100 años de fundación que se cumplirán en octubre de 2021, el segundo Monasterio de la Visitación en Chile inició un año jubilar.
Hasta el convento situado en la comuna de Ñuñoa en Santiago, llegaron el 7 de octubre el Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Alberto Ortega; el Arzobispo de Santiago, Mons. Celestino Aós; junto a sacerdotes.
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Allí abrieron la puerta santa y celebraron una Misa sin presencia de fieles debido a las restricciones sanitarias por el coronavirus pero con la presencia de las religiosas visitadinas del claustro.
En su homilía, Mons. Celestino Aós recordó que el Año Jubilar es un llamado a la "serenidad gozosa".
"Quien tiene a Jesucristo es una persona con gozo. Hagamos memoria agradecida por todas las monjas que vivieron en este monasterio. Ahora es nuestro tiempo, el que Dios nos regala y Dios no nos ha abandonado, Dios sigue amando al mundo, Dios sigue amando a este monasterio", expresó Mons. Aós.
En ese sentido, "la puerta santa que hemos abierto les anime a entrar hasta la intimidad con Dios, con Jesucristo y el Espíritu Santo. Que el mismo Dios de la Paz las santifique a ustedes y que todo cuerpo, alma y espíritu permanezca irreprochable para la venida de Jesucristo".
La Superiora de las Visitadinas o tambiñen llamadas Salesas, Hna. María Gabriela García, expresó que con la apertura de la puerta santa se recuerda "la llegada de las monjas Visitandinas a este monasterio y el jubileo de Santa Margarita María Alacoque".
Para continuar la celebración la comunidad organiza un año que tendrá un "itinerario espiritual".
"Las contemplativas son el corazón de la Iglesia y por lo tanto queremos ser un foco de radiación, de alegría y de esperanza en este tiempo", afirmó la Hna. García.
Monasterios de la Orden de la Visitación en Chile
La Orden de la Visitación de Santa María llegó a América gracias al Beato Pío IX.
Por iniciativa de dos uruguayas, el delegado pontificio para Uruguay, Mons. Juan Muzi, solicitó la instauración de la orden en el país.
La Superiora de la Visitación en Roma propuso a la Visitación de Milán la fundación en Uruguay.
De esa forma, la Madre Luisa Beatriz Radice junto a cuatro hermanas fundaron el 8 de diciembre de 1856 el primer monasterio de la Orden de la Visitación de Santa María en Hispanoamérica.
En 1877 las religiosas visitandinas lideradas por la Madre María Manuela Vial Guzmán llegan desde el Uruguay a Santiago de Chile para fundar el primer monasterio que hoy se ubica en la calle Huérfanos, en pleno centro de la capital.
En 1921 se abrió el segundo monasterio de la Visitación de Santa María en la actual comuna de Ñuñoa y que hoy comienza su año jubilar.