La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denunció que "la 'cultura de la muerte' está golpeando fuerte y repetidamente el corazón del pueblo mexicano" con el intento de legalizar el aborto desde los 13 años sin el consentimiento de los padres.
En un comunicado publicado el 6 de octubre, la CEM advirtió que "existe en el Senado de la República una iniciativa que busca reformar diversas disposiciones de ley bajo el supuesto argumento de promover el derecho a la salud de los mexicanos, y en particular, de las mujeres, de los niños y adolescentes".
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Se trata de la iniciativa presentada por las senadoras Martha Lucía Micher Camarena, Minerva Citlalli Hernández y Jesusa Rodríguez Ramírez, del partido Morena, del presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
La propuesta de las senadoras mexicanas pretende reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley General de Salud, de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de la Ley General de Educación, de la Ley General de Población y de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Tras un fallido intento de aprobar un dictamen en las Comisiones unidas para la igualdad de género, de salud y de estudios legislativos del Senado el 5 de octubre, que habría llevado a que la iniciativa sea debatida y votada el 7 de octubre en el Pleno, la discusión será realizada en un "parlamento abierto", con participación de organizaciones defensoras de la vida y otras promotoras del aborto.
La CEM subrayó en su comunicado del 6 de octubre que "todos los ciudadanos mexicanos debemos velar para que estas iniciativas se guíen por el bien de todos y cada uno de los involucrados".
"Vemos con preocupación que, en el fondo de estas iniciativas, en realidad se atenta contra la vida, la dignidad de la persona, la libertad de conciencia, el interés superior de la niñez y el auténtico derecho a la salud", advirtieron.
Los obispos mexicanos señalaron que "la Iglesia, que trabaja de cerca en la atención de las necesidades de pobres, enfermos y personas vulnerables, palpa la realidad de millones de mexicanos, que están experimentando dolor y confusión en medio de la pandemia por el COVID-19. Considerando esta situación que atraviesa nuestro país, advertimos del grave peligro que implica otra iniciativa que divida, que polarice a la sociedad y que fracture la institución más importante para los mexicanos, que es la familia".
Además, exhortaron "a todos los tomadores de decisión en esta iniciativa de reformas legislativas, a velar por el respeto incondicional y el bien de niñas, adolescentes y mujeres, valorando la dignidad intrínseca de cada ser humano desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural".
"Por eso pedimos respeto y, sobre todo, apego a la dignidad y los derechos humanos de los mexicanos en toda etapa de vida y circunstancia", dijeron.
Los obispos mexicanos remarcaron que "no es a través de soluciones ideológicas como se debe responder a las necesidades de las personas, específicamente a una problemática tan compleja como la violencia sexual que aqueja de modo particular a las mujeres mexicanas".
"En lo particular, esta propuesta de reforma conlleva un riesgo enorme de producir efectos adversos, pues puede facilitar los mecanismos de victimización y explotación con fines sexuales para niñas, adolescentes y mujeres", advirtieron.
La CEM alentó además a los laicos católicos "y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, especialmente a los padres de familia, a estar atentos a estas iniciativas, conocerlas y discernirlas según la lección del apóstol Pablo, 'júzguenlo todo, y quédense con lo bueno'" y, en su momento, actuar para salvaguardar la vida y la dignidad humana de todos".