Las autoridades de la prisión habanera de Guanajay mantienen la prohibición de la asistencia religiosa para ocho prisioneros de conciencia católicos, que desde hace casi nueve meses vienen solicitando la presencia de un sacerdote.
Los prisioneros denunciaron lo que consideran una violación del derecho de libertad religiosa, contemplado en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
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Los reos de conciencia que se encuentran en esta situación son Osvaldo Alfonso Valdés, Margarito Broche Espinosa, Carmelo Díaz Fernández, Efrén Fernández Fernández, Jorge Luis González, Marcelo López, Omar Pernet Hernández y Fabio Prieto Llorente.
Por su parte, el prisionero político y de conciencia Ariel Sigler Amaya, confinado en la cárcel provincial Canaleta, de Ciego de Ávila, continúa en una celda aislada, sin recibir la alimentación y los medicamentos necesarios, según denunció su hermana, María Victoria Sigler Amaya.
Al reo de conciencia lo mantienen en una celda tapiada, carente de las condiciones higiénicas necesarias. Asimismo –explicó su hermana–, la comida que le dan es pésima, sin valor nutritivo alguno, y no le permiten recibir ningún tipo de vitaminas que compensen su déficit alimentario. También le prohibieron a Sigler las lecturas religiosas, incluyendo la Biblia.