El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Mons. Luis Augusto Castro, anunció que tanto el gobierno como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegaron al primer punto de acuerdo en la negociación auspiciada por la Iglesia Católica: coinciden en que los guerrilleros eventualmente excarcelados permanezcan en el país.
Mons. Castro, que integra la comisión facilitadora autorizada por el Presidente Alvaro Uribe, señaló que "ahí se va, poco a poco, logrando tener puntos comunes, con la conciencia de que todavía hay muchas divergencias".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Durante la primera jornada de la Asamblea Plenaria de la CEC, Mons. Castro declaró a los periodistas que como punto de partida, el gobierno y las FARC "están de acuerdo" en la necesidad de llegar a un consenso que permita la puesta en libertad de secuestrados por los rebeldes, a cambio de la excarcelación de insurgentes presos que se quedarían en el país.
Sin embargo, explicó que hay discrepancias en el tema de cómo se quedan en el país los rebeldes excarcelados.
En la sesión episcopal, el Arzobispo de Bogotá, Cardenal Pedro Rubiano, señaló que la Iglesia Católica respalda una paz negociada, con justicia social y sin impunidad. Precisó que las negociaciones con los grupos armados deben hacerse "sin menoscabo del Estado de derecho y los derechos fundamentales en el contexto de la verdad, la justicia y la reparación'.
Asimismo, precisó que “para avanzar por el camino de la construcción de la paz, es indispensable que los responsables de los atropellos contra la vida humana y la dignidad de la persona, reconozcan el mal que hicieron y den signos, con hechos de reparación, de su voluntad de querer integrarse a la sociedad y que también las víctimas se despojen de sus sentimientos de venganza y odio”.
El Purpurado demandó a las partes acordar un acuerdo humanitario que alivie “a miles de colombianos, víctimas de la violencia, el desplazamiento forzado y el abandono estatal”.
Las FARC mantienen como rehenes con fines de canje, a 60 colombianos y extranjeros, entre políticos, civiles y militares, además de tres estadounidenses.